Las iglesias de La Hiniesta y Arcenillas experimentan en los últimos meses sendos procesos de restauración dentro del plan Románico Atlántico, promovido por la Junta de Castilla y León y la Fundación Iberdrola España, en colaboración con la Fundación Santa María la Real y la Diócesis de Zamora. En el caso de La Hiniesta, se está rehabilitando la portada, mientras que la iglesia de Arcenillas se está mejorando para facilitar la exposición de un conjunto de tablas atribuidas a Fernando Gallego.
En La Hiniesta se están realizando ya las acciones necesarias para detener los efectos de la degradación de la portada. Así, se procederá a la limpieza de bóvedas y paramentos verticales, la reparación de la puerta de acceso y el pavimento del atrio, reparación del tejado y renovación del sistema de iluminación, sustituyéndolo por otro más eficiente y sostenible.
La intervención incluye la monitorización del espacio, para facilitar su conservación preventiva y detectar posibles movimientos estructurales. La obra de restauración de la portada del templo está financiada por la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte y su presupuesto asciende a 221.275,8 euros.
En Arcenillas, el reto es diseñar y ejecutar un soporte modular en el ábside de la iglesia en el que puedan exhibirse las tablas hispano-flamencas, pintadas por Fernando Gallego para el retablo de la catedral de Zamora en el siglo XV, sin alterar la estructura original del edificio. Además, se ha realizado un estudio detallado para facilitar la adecuada iluminación, resaltando el valor histórico y el significado de cada una de las piezas.
Cabe recordar que el Plan Románico Atlántico es una iniciativa de cooperación transfronteriza para la conservación del patrimonio cultural, que incluye proyectos de restauración y puesta en valor de una veintena de templos románicos ubicados en las provincias españolas de Zamora y Salamanca y en las regiones portuguesas de Porto, Vila-Real y Bragança.
Para todas las actuaciones se cuenta con el apoyo técnico de la Fundación Santa María la Real, así como la colaboración de las diócesis de cada territorio. Cada intervención va acompañada de un plan de actividades culturales para divulgar y visibilizar las acciones realizadas. Así, se editan folletos informativos, se organizan visitas guiadas y charlas divulgativas. «Todo ello orientado a involucrar y promover la participación tanto de las comunidades locales como de los visitantes, fomentando un mayor conocimiento y apreciación del patrimonio», concluyen sus impulsores.