Dos semanas sin agua potable, sin alternativa y sin visos de que la situación se vaya a solucionar. El centenar de vecinos de la localidad de Grisuela, perteneciente al municipio de Rabanales, llevan doce días sin poder beber agua del grifo y no han recibido solución ninguna por parte del Ayuntamiento del que dependen ni de la Diputación de Zamora, instituciones a las que miran buscando respuestas.
El pueblo no tiene tiendas, no hay depuradora portátil instalada y no ha aparecido por allí camión cisterna alguno. «La gente se está organizando para ir a por garrafas a fuentes de Boya o de Villardeciervos» y traer agua para varios vecinos en el mismo viaje. En el municipio, indica Juan José Caballero, pasó algo similar a finales del año pasado, en este caso en la localidad de Rabanales. «El Ayuntamiento ahí llevó garrafas al día siguiente e instaló una depuradora portátil a los dos días. Aquí no ha venido nadie, esto es tercermundista», apunta.
Los vecinos dicen no entender este tipo de problemas «en pleno año 2024. Entendemos que puede haber averías, pero no que haya pueblos que lleven casi dos semanas sin acceso a agua potable» a comienzos del mes de julio.
«No importa que se resuelva mañana mismo o que tarde semanas en resolverse, no se puede dejar a los vecinos desatendidos tanto tiempo. Es tercermundista. Y esto sucede en pleno verano, cuando el pueblo tiene más visitantes y cuando falta solo una semana para que comiencen las fiestas patronales», indican las mismas fuentes.
La última avería en la depuradora de Grisuela «fue hace seis meses y el pueblo ya estuvo cinco semanas sin ningún tipo de suministro de agua potable», recuerdan los vecinos.