El anunciado abandono de la empresa Circuitos Taurinos de la plaza de toros de Zamora y el hecho de que Guarido haya anunciado que el Ayuntamiento barajaría, llegado el caso, comprar la plaza a su propietario, alimentan en la ciudad ya sempiterno debate entre defensores y detractores de la tauromaquia. Con todo, uno de los propietarios de la plaza de toros de Zamora, Francisco Cacho, asegura a este periódico que cuenta ya “con varias” llamadas de empresarios interesados en gestionar el coso una vez cristalice la renuncia a continuar de la empresa de Carlos Zúñiga.
Por partes, Cacho recuerda que Circuitos Taurinos tiene contrato con la plaza de toros de Zamora hasta el próximo mes de octubre. Es decir, hasta entonces, Zúñiga es el empresario a todos los efectos y no se puede hacer nada que no sea esperar. Circuitos Taurinos todavía no se ha puesto en contacto con la propiedad de la plaza para anunciar su decisión de no seguir, que fue trasladada a los medios de comunicación a la finalización de la corrida de toros de San Pedro.
Argumentó entonces Zúñiga que el esfuerzo realizado durante los últimos años ha sido grande y que en Zamora “no hay afición” para mantener una plaza con la idea de explotación que tiene Circuitos Taurinos. Una idea que sí ha mejorado los niveles de asistencia con respecto a la anterior empresa explotadora del coso pero que nunca ha llegado a registrar éxitos de taquilla rotundos. Zúñiga ha apostado desde sus inicios por carteles compuestos por figuras del toreo en las que nunca, salvo en una corrida concurso, han gozado de gran relevancia las ganaderías. Los resultados han sido los que han sido.
Sea como fuere, la plaza deberá tener nuevo empresario para su explotación y aquí entra en juego el Ayuntamiento. Preguntado por el tema, el alcalde aseguró este viernes que “la compra” (que no la explotación mediante contrato) del coso podría llegar a ponerse sobre la mesa para “espectáculos culturales” que no incluirían la celebración de corridas de toros.
El interés de Izquierda Unida en la plaza de toros de Zamora no es nuevo. En el programa de las Elecciones Municipales del año 2011 la coalición defendía que el Ayuntamiento se hiciese con la plaza de toros “mediante la negociación o, si no es posible, por la vía de la expropiación”. Recordaba entonces Guarido que el Ayuntamiento aprobó una moción a instancias de IU para recuperar el inmueble, protegido en el PGOU y que se encuentra en un evidente mal estado. Entonces, como ahora, Guarido defendía dejar de subvencionar los toros. Desde que es alcalde, nunca lo ha hecho.
Aunque si hay empresarios interesados lo más lógico es que sea un profesional taurino el que coja las riendas de la plaza a partir del próximo otoño, las opciones están ahora abiertas. Son conscientes desde la Asociación Internacional de Tauromaquia, desde donde se confiesan “vigilantes” sobre el futuro de la plaza de toros de Zamora y desde donde recuerdan que “ya le paramos los pies” a Ana Belén González (antes alcaldesa de Villaralbo y ahora parte del equipo de Gobierno municipal de Zamora) cuando se pretendía llevar a cabo en el pueblo una consulta popular sobre los toros que finalmente se suspendió. La AIT recuerda que “los poderes públicos deben, por ley, proteger, fomentar y enriquecer la fiesta de los toros” y asegura que, “si el Ayuntamiento comprara la plaza para desposeerla de su función, nos veríamos en los tribunales”.
La plaza
La plaza de toros de Zamora data del año 1875 y fue obra del arquitecto Martín Pastells. Se inauguró, con las obras aún por terminar, el 15 de agosto de 1876 con la lidia y muerte de cuatro toros y cuatro novillos. Por diferentes razones la constructora abandonó las obras, aunque lo levantado hasta entonces se utilizó. La plaza vuelve a inaugurarse, ya con las obras acabadas, en 1889 con dos corridas de toros en San Pedro.
Las dificultades económicas de la época fueron evidentes y de ello dan fe las fachadas de la plaza, nulamente decoradas con la excepción, discreta, de la Puerta Grande. El incendio del año 1969 destruyó parte del interior del edificio. Actualmente la plaza acoge los festejos de San Pedro y, muy ocasionalmente, alguna otra celebración o evento no taurino.