Al pie del espacio rampa del Etnográfico, a solo unos metros del bullicio de una plaza de Viriato aún en plena feria, seis artesanos han recogido este domingo los premios correspondientes a la séptima edición del certamen del barro «Herminio Ramos». Y no ha sido una entrega cualquiera. Primero, porque el hombre que da nombre a los galardones acudió, a sus 98 años, a la sencilla ceremonia dirigida por el director del museo, José Luis Calvo; y segundo, por el anuncio que este último hizo tras comunicar el veredicto.
En concreto, Calvo reveló que, una vez otorgados estos seis premios, tres por categoría para la cerámica y la alfarería, el Etnográfico ya cuenta con material suficiente para abordar la musealización de los triunfadores del certamen. No en vano, han pasado ya siete ediciones; más de 40 piezas que ahora se seleccionarán para dar forma a un espacio dedicado al barro que probablemente tome forma en 2025.
Quizá, dentro de ese lugar, aparezcan varias de las piezas de este año, en el que la luz ha sido la temática propuesta y en el que Carlos Jimeno en alfarería y Cristina Ortiz en cerámica han sido los triunfadores principales. La primera categoría citada también ha reconocido a Tomás Pérez y a Armando Moita, mientras que la segunda ha galardonado igualmente, y por este orden, a José Matos y a Nuria Martín, representante zamorana de Numa Cerámica, ubicada en Gamones. En Sayago, como ha constatado Herminio Ramos tras el anuncio del premio.
El director del Etnográfico ha subrayado la calidad de las piezas recibidas, las ha calificado de «delicia» y ha asegurado que la incorporación de las creaciones del certamen del barro será «una gloria» para el museo.
Las explicaciones de los ganadores
Tras el acto, que también ha contado con la participación de representantes del Ayuntamiento de Zamora y de Caja Rural, los dos ganadores han explicado de forma somera las creaciones que han recibido el máximo reconocimiento y que, en el caso de la alfarería, ha consistido en la reproducción de una lámpara romana, que lógicamente «se utilizaba para dar luz».
Conviene subrayar aquí que su autor, Carlos Jimeno, se dedica a «hacer reproducciones arqueológicas», siempre con un fundamento realista, por lo que no se ha salido de esa línea para elaborar esta pieza. El artesano, que ya había ganado otras veces el certamen, regresa a Cabezón de Pisuerga tras una feria que le ha ido «de cine de película buena».
Por su parte, la vencedora de la categoría de cerámica, Cristina Ortiz, llegada de Liaño de Villaescusa, ha admitido que el tema le pareció inicialmente «algo complejo», aunque finalmente pudo ejecutar la pieza ganadora con la base de un cilindro de porcelana y con referencias abstractas a la procedencia de la luz en el barro.