Bragança ha trazado un plan a diez años para transformar su aeródromo en un aeropuerto regional con capacidad para recibir aviones de hasta 150 pasajeros, como los modelos Airbus A320. El objetivo del plan es «posibilitar algunas conexiones con Europa», aumentar el tráfico de mercancías e intensificar los movimientos nacionales en una infraestructura que se ubica a solo 17 kilómetros de la provincia de Zamora, en el camino desde la ciudad lusa hacia Sanabria.
Los responsables del proyecto presentaron los detalles de la inversión en la reunión de la Asamblea Municipal de Bragança, que tuvo lugar el pasado miércoles. Los promotores acudieron con cifras, planos y cronogramas para tratar de explicar un plan que se desarrollará en ocho fases y que debe estar perfilado en 2025, iniciado en 2026 y culminado en 2034. Todo, merced a un desembolso cercano a los 38 millones de euros, según está planteado inicialmente.
Durante la presentación, los impulsores de este proyecto auspiciado por la Cámara Municipal de Bragança, recordaron que la iniciativa para convertir esta instalación en un auténtico aeropuerto regional parte del plan director redactado en 2008. Malos tiempos por entonces para grandes inversiones. Aquella hoja de ruta se aplazó, pero ahora se ha retomado con la intención inicial, en las primeras fases, de arreglar las deficiencias del pavimento, incrementar los espacios para las aeronaves, incorporar más hangares y alargar la pista.
También se acometerá una intervención relacionada con el propio edificio para asumir la llegada de los citados vuelos de 150 pasajeros procedentes de zonas del Espacio Schengen. Los promotores han aludido a la demanda de este tipo de servicios desde una óptica «transfronteriza», pero también en base a las necesidades de un territorio con muchos emigrantes instalados en Francia o en Suiza y que regresan de forma recurrente a la región.
Los responsables de la iniciativa pusieron «el foco en la ambición» para tratar de impulsar la llegada de estos vuelos comunitarios, para lo que también se hará precisa «una reclasificación de la pista» a nivel oficial. En paralelo a eso, se contempla la creación de un nuevo camino de acceso que incluya dos conexiones con la carretera nacional, aunque algunas de las acciones planeadas solo se ejecutarán finalmente si se percibe que existe una demanda.
Desde la parte técnica se ha insistido en la posición geográfica de Bragança como «puerta hacia Europa» desde Portugal y se ha anotado la posibilidad de atraer clientes de zonas como Zamora, siempre desde la certeza de que «España cuenta con muchas instalaciones». En todo caso, para el oeste de la provincia, este sería claramente el aeropuerto más próximo.
Por otra parte, los responsables lusos también han tenido en cuenta las consecuencias medioambientales y han incluido esos aspectos en el proyecto, desde la óptica de que «estar sin calidad de vida no vale la pena». Todo apunta, además, a que ese aspecto pesará dentro de la solicitud de la Cámara Municipal para tratar de obtener fondos europeos que ayuden a la financiación de las obras.
Actividad actual
En estos momentos, Sevenair es la única empresa que opera con vuelos regulares en Bragança. En el aeródromo salen y llegan aviones cinco días a la semana. Todos, salvo los miércoles y los domingos. La ruta regular conduce a los pasajeros a Vila Real, Viseu, Cascais o Portimao en un viaje de norte a sur que parte a las siete y media de la mañana y que hace el recorrido inverso desde las cinco menos diez de la tarde.