Aún hoy, hay personas a las que su condición sexual obliga a abandonar su lugar de origen. Una decisión que «muchas veces no es consciente» pero que afecta a la raíz misma de la persona, que no puede mostrarse tal como es en el lugar en el que vivieron sus antepasados y que busca una mayor libertad en un entorno, habitualmente, más urbano. Se trata del «sexilio», un término acuñado en los años setenta y que define precisamente eso, el exilio motivado por la condición sexual.
Este es el cuarto asunto analizado por los impulsores del «Pozcas» (Javier García, Bea Barrio y Manuel Garrote), que en el marco de las Fiestas de San Pedro salen del Avalon Café, donde hasta ahora están grabando los programas, para probar suerte en el Teatro Ramos Carrión con Bea Cepeda y Miguel Turuelo como invitados especiales. La cosa pinta bien en lo que se refiere a asistencia, con más de trescientas invitaciones ya despachadas.
Volviendo al asunto, que contará con expertos en la mesa de debate, se alcanza la conclusión de que la despoblación se esconde también detrás de la falta de libertad sexual de las personas en los entornos más rurales. «La provincia no tiene una especial mala fama en este sentido, pero al final, si no encuentras cerca a personas de tu condición, es más difícil que puedas mostrarte como eres», reflexiona Manu Garrote. «Es imposible hacer un comentario general, pero la situación sí que ha mejorado en la provincia en los últimos treinta años», añade el zamorano.
Otra de las conclusiones es la importancia del núcleo más cercano, el familiar. «Hay de todo», añade Garrote, «desde abuelos que apoyan a sus nietos a otros a los que les da vergüenza ir al bar del pueblo. Eso y la educación, claro, porque si la educación que hemos recibido nos habla de las relaciones entre personas solo como las heterosexuales, será más complicado que normalicemos las situaciones».
El que se graba el miércoles por la tarde es el cuarto programa de una temporada que este año no parará por el verano, al menos según los planes iniciales. «Estamos empezando y creemos que parar ahora no es el mejor momento si queremos que la gente nos escuche más», apunta Garrote, que defiende además la idoneidad de tratar temas que en principio puedan parecer más espinosos desde un enfoque más desenfadado y pasado por el tamiz del humor. Al primer «Pozcas», sobre la Semana Santa, le siguieron uno dedicado a la agricultura y otro a las conexiones ferroviarias zamoranas. «Creemos que se pueden tratar los temas de otra manera», concluye Garrote.