Enrique Rodríguez fue alcalde de Arcenillas entre los años 2015 y 2023. Mismo lapso de tiempo en el que Lorenzo Jiménez ostentó el bastón de mando en Villardeciervos. Ocho años que dan para «hacer muchas cosas por el pueblo» y para conocer de primera mano el trajín de la política municipal en una localidad pequeña. La «auténtica política», como la define el anterior alcalde de Arcenillas, «la que te permite hacer cosas por tus vecinos». Tanto uno como otro forman parte de la relación de alcaldes que recibirán este sábado el homenaje de la Diputación de Zamora en el marco del Día de la Provincia, que se celebra en Fuentelapeña. Un acto que forma parte de la iniciativa de la institución para reconocer a todos los que entregaron el bastón de mando tras las elecciones del año pasado.
La historia de Enrique en Arcenillas es la de un joven vecino del pueblo, interesado en la política que decide integrarse en la candidatura de Adeiza. En 2015 se presenta a alcalde y gana las elecciones, aunque necesita entonces el apoyo del concejal del PSOE para formar equipo de Gobierno. En 2019, en la segunda convocatoria, Rodríguez consigue en Arcenillas seis de los siete concejales en liza. «Parece que a la gente le gustó lo que hicimos en el primer mandato».
«Lo que más celebro es haber dejado encauzada la solución a los problemas con el agua»
Enrique Rodríguez, exalcalde de Arcenillas
Lo que se hizo fue, sobre todo, «intentar que todos los vecinos formaran parte de la vida social del pueblo», ya que las grandes obras y las inversiones en los pueblos pequeños corren por cuenta de instituciones de mayor rango en la mayoría de las ocasiones. «A partir de 2015 comenzó a instalarse en Arcenillas mucha gente que no era del pueblo, y mi intención siempre fue que se integraran con los vecinos de toda la vida», apunta Rodríguez. Con respecto a obras, «lo que más celebro es haber dejado encauzado el tema del agua» para solucionar los problemas existentes en la localidad, que este verano estará al fin conectada con la red de distribución de Zamora gracias a una inversión millonaria que afecta a varios pueblos del alfoz.
En lo que los dos alcaldes coinciden es en las rencillas personales que en los pueblos suele acarrear el salto a la arena política. «Es algo que tienes que vivir para creer», asegura Lorenzo Jiménez, que lo sufrió en sus carnes. También Enrique, aunque de una forma menos acusada: «Yo me sigo llevando bien con el 99% de los vecinos del pueblo, aunque siempre hay alguno que se lleva las cuestiones del pueblo al plano personal», asegura. Situación más visible en Villardeciervos, donde el alcalde, que antes era concejal, era el dueño del único supermercado de la localidad. «Hay gente que dejó de venir a comprar el mismo día que se publicaron las listas electorales en el Boletín Oficial de la Provincia», asegura.
No fue un caso único, asegura el exalcalde de Villardeciervos, que llegó a ver a vecinos mandar a «emisarios» a comprar una barra de chorizo por no pasarse ellos mismos por la tienda. Sobre su labor, Lorenzo Jiménez subraya la promoción turística del pueblo en primer lugar. «Vale que no fije población, y que no vaya a ser la panacea, pero a día de hoy es lo único que tenemos en estas zonas», apunta.
«Siempre intenté hacer el pueblo más atractivo, traer turismo y generar algunos puestos de trabajo»
Lorenzo Jiménez, exalcalde de Villardeciervos
Y es el que turismo fue precisamente lo que trajo a Lorenzo Jiménez a vivir a Villardeciervos. Nacido en Ciudad Real, vivió más de cuarenta años en Madrid y era encargado de la fotocomposición de los libros de la editorial Machado. Aficionado a la observación del lobo, conoció Villardeciervos y decidió instalarse allí en el año 2008, haciéndose cargo poco después de la tienda ante la jubilación de la que era la dueña. «Yo intenté hacer el pueblo más atractivo, intentar que la gente viniera, que hubiera trabajo para las personas que se quisieran quedar allí. Siempre he pensado que hoy por hoy lo único que tenemos es el turismo. Si nos vienen a decir que van a poner una fábrica con 500 puestos de trabajo, pues a lo mejor cambio de idea, pero yo pensaba que había que dedicarse a que la gente conociera el pueblo».
Fruto de este pensamiento se integra Villardeciervos en la Red de Conjuntos Históricos, que se funda en el año 2018 con pueblos como Astorga, Arévalo o Villafranca del Cierzo. Y fruto de la inquietud del entonces alcalde se consigue descongelar la tramitación para declarar a Villardeciervos como Conjunto Histórico, expediente que llevaba incoado desde el año 1987 y que culminó su tramitación en el año 2020. «Ser alcalde me ha permitido conocer a personas muy interesantes, que aportan mucho, y a otras nada interesantes. Lo cual está bien, porque unas te permiten valorar como es debido a las otras», apostilla.
«Al final, te pasa factura», reconoce Enrique Rodríguez, que se convirtió en su día en uno de los alcaldes más jóvenes de la provincia al acceder al cargo con 28 años. Salió ocho después, con 36. «Es que yo lo dejé con 36 años, no podía llevarme mal con la gente del pueblo porque tengo una vida por delante y me quiero quedar en mi pueblo», asevera. «En definitiva, esto consiste en hacer las cosas lo mejor que sabes y puedes», concluye por su parte Lorenzo Jiménez. «Y el que no quiera venir a tu tienda, pues mira, que no venga».