La Cámara de Comercio de Zamora ha comunicado este martes el fallo de sus galardones anuales a las empresas de la provincia, y ha confirmado que el catering GH de Luz se ha hecho acreedor en esta edición del Premio Mercurio, mientras que Bodegas Covitoro se ha alzado con el Vulcano. Además, la medalla a la Dedicación Empresarial ha recaído en José Manuel González Rabanillo, de El Pan Nuestro de Mombuey; y el reconocimiento a la Lealtad será para Primitiva Sogo, trabajadora de Viajes Sanabria.
El jurado ha decidido por unanimidad los destinatarios de unos premios que se entregarán el próximo 28 de junio en una gala que tendrá lugar en el Teatro Ramos Carrión a las 20.30 horas.
La innovación y la adaptación de GH
En cuanto a la justificación, en el caso de GH de Luz, el jurado ha valorado «la innovación, crecimiento y proyección de esta empresa dedicada desde 1996 a la prestación de servicios de restauración y catering a todo tipo de colectivos y eventos, con especial relevancia en la atención que da a la población de diversos municipios de la provincia con el servicio de comidas en línea fría».
A eso, hay que sumar «la capacidad de adaptación de la empresa a entornos difíciles, como durante la pandemia de la COVID, que les permitió que en pocos días comenzaran a servir a domicilio mil comidas diarias a niños de familias vulnerables». Su próxima ampliación a unas nuevas instalaciones les permitirá tener una capacidad de más de 25.000 comidas diarias.
50 años de Covitoro
En lo tocante a Covitoro, el premio llega en el 50 aniversario de la fundación de una empresa que nació en 1974 merced al «esfuerzo colectivo de más de 300 familias de viticultores, de las que hoy en día quedan algo más de 200, que decidieron dar el paso de construir su propia bodega para comercializar los vinos y cerrar el ciclo de la producción de la uva y la elaboración de vino».
En estos momentos, esos socios poseen unas 900 hectáreas de viñedos de la D.O. Toro, de las que más de 200 cuentan con más de 80 años. El jurado valoró la fortaleza de «un proyecto cooperativo exitoso de la provincia no sin problemas y altibajos durante sus 50 años de existencia, y la proyección y calidad de sus vinos presentes tanto en los mercados nacionales como en los internacionales».
97 años de dedicación de González Rabanillo
En el caso del Premio a la Dedicación Empresarial, José Manuel González Rabanillo «es un ejemplo de perseverancia, emprendimiento y tesón en una zona oeste donde en 1936, al comienzo de la Guerra Civil, se fundó la panadería que sus hijos actualmente regentan, conocida como El Pan Nuestro de Mombuey».
Nacido en 1926, el galardonado tiene en la actualidad 97 años. Ahora, el jurado reconoce la trayectoria vital de González Rabanillo, que abastecía y amasaba pan en distintos pueblos de La Carballeda y de la Sierra de la Culebra. En 1983, edificó la nueva panadería, la que actualmente existe, frente a la estación de servicio en la misma entrada de Mombuey, un negocio que conforme a la tradición comercial de una tierra como la suya mantiene, desde hace 88 años, más de diez puestos de trabajo.
36 años en la misma empresa
Finalmente, la Medalla a la Lealtad para Primitiva Sogo se justifica en base a los 36 años que acumula esta mujer como trabajadora de Viajes Sanabria, S.A., donde comenzó en 1988 como asistente administrativo y donde se jubila en julio como asesora de viajes y grupos nacionales.
Para el jurado, «Primi refleja el aprendizaje continuo, la constancia y la entrega incondicional a su trabajo y a mejorar cada día». Esos valores merecen el reconocimiento de la Cámara «que no sólo homenajea a las empresas, sino también a los trabajadores, colaboradores indispensables para el buen funcionamiento de las mismas».