– «Ven, que esta es de las buenas»
Jon Pérez Bolo anima a su hijo Adrián para que se ponga en la foto. Atrás queda «un año muy duro», las suplencias del central en la vuelta contra el Sant Andreu y en la ida frente al San Sebastián de los Reyes, y los nervios de la final por el ascenso. El jugador los sintió en el campo, durante un cierre agónico; el padre, en el coche, en el viaje que realizó desde Alcorcón a San Sebastián de los Reyes. El sufrimiento familiar tuvo lugar al volante porque Jon también tenía este domingo un compromiso en la Comunidad de Madrid.
Quizá, la explicación que viene a continuación resulte prescindible para quienes ya peinen canas, pero para los jóvenes conviene recordar que Bolo, el padre del jugador del Zamora, fue delantero de Primera División en equipos como el Athletic Club o el Rayo Vallecano. De hecho, en la temporada 2000-2001, llegó a ser el máximo goleador de una Copa de la UEFA con el equipo de la franja: logró siete tantos, los mismos que Berbatov. A los 50 años cumplidos, y lejos de sus tiempos de «9», Jon es ahora el entrenador del Burgos, en Segunda A.
Y, cosas de la vida, el equipo castellano, que no se jugaba nada en la última jornada de su liga, tuvo que cerrar el campeonato este domingo en Alcorcón, un ratito antes del partido del Zamora y a solo 40 kilómetros de San Sebastián de los Reyes, así que Bolo padre pudo asistir a la celebración del ascenso, sin tiempo, eso sí, para ver el partido: «He pasado muchos nervios viniendo hacia el estadio», concede el entrenador, que se abraza con su hijo, «feliz» por el desenlace.
«El ascenso tiene un mérito enorme. Todo el equipo, todo el cuerpo técnico, toda Zamora en sí… Es muy difícil conseguir estos logros deportivos después de un año tan duro como este, pero me consta que han sido una verdadera familia, han estado unidos hasta el final y han obtenido la recompensa», señala Jon Pérez Bolo, «contento» por su hijo y por su aportación a «lo importante», el logro colectivo: «Hoy le han vuelto a dar la oportunidad, y cuando el entrenador cree conveniente hacerlo, lo que tienes que hacer es aprovecharlo», explica el técnico del Burgos.
«Lo paso muy mal»
«Aquí lo relevante es el club, los compañeros y todo Zamora», insiste Bolo padre, que subraya también su alegría por su colega de profesión: «David Movilla es un muy bien entrenador», asegura el exdelantero, que se define como una persona tranquila cuando ejerce su profesión, pero muy alejada de la calma cuando es Adrián quien está en el campo: «Un hijo es un hijo y lo paso muy mal», destaca.
«Sé los esfuerzos que hace en su vida por intentar conseguir sus sueños», añade Jon Pérez Bolo, que se olvida de las cuestiones técnicas y que cierra con un mensaje solo de padre: «Aquí estamos para llorar cuando haya que llorar y para reír en días como hoy».