– «A ver cómo sale Comediante», comentaba un corredor minutos antes de la salida del enmaromado de este año en Benavente.
Pues salió bravo, rápido, sembrando en corredores y en el público asistente esa sensación difícil de describir que solo se de cuando hay un toro en las calles. Completó la primera parte del recorrido con rapidez, entre el correr habitual de los mozos y de las miles de personas que hoy poblaban las calles de la localidad.
Una hora ha durado la presencia del morlaco en las calles, que ha concluido su recorrido por un trazado alternativo y que ha dejado al menos cuatro heridos. En la segunda mitad el astado, un cuatreño de Zalduendo, ha acusado más el cansancio, ralentizando la carrera. El astado fue incapaz de rematar el recorrido tradicional. Llegó, que no es poco, a donde le aguantaron las fuerzas, que derrochó de salida.
Benavente cumple así con el ritual del que es su día más importante del calendario, celebrado este año bajo un calor sofocante y con la presencia de decenas de corredores llegados desde distintos puntos de España. No en vano, el enmaromado es uno de los festejos de toros de cuerda más importantes de la geografía nacional y aspira a convertirse en Fiesta de Interés Turístico Nacional.
La carrera comenzó, eso sí, con siete minutos de retraso sobre el horario previsto, causando intranquilidad en los corredores, nerviosismo en el público y enfado en los más puristas, que afeaban la falta de puntualidad. La tercera bomba, que anunciaba la salida de Comediante, sonaba a las 19.37. Otra, a las 20.37, justo una hora después, anunciaba el final de la carrera.