La economía de Zamora sufrirá una desaceleración durante este año, hasta el punto de que las previsiones de crecimiento de 2024 son siete décimas inferiores a los datos registrados durante el pasado ejercicio. Según los datos publicados por Unicaja Banco, la economía de la provincia crecerá un 1,9% este año frente al 2,6% del año pasado. El dato de Zamora es el peor de la comunidad, solo igualado con el de Soria, que registra otra previsión del 1,9%, según la misma fuente, y superado a la baja por el 1,5% de León.
Descendiendo en el análisis, según estimaciones del Indicador Sintético de Actividad de Analistas Económicos de Andalucía, en el cuarto trimestre de 2023, las provincias de Palencia (2,9%), Segovia (2,7%) y Salamanca (2,7%) habrían registrado tasas de crecimiento interanuales superiores a la media regional (2,5%).
En el conjunto de 2023, el crecimiento ha sido generalizado, estimándose en Palencia (3,1%), Salamanca (2,8%) y Segovia (2,8%) aumentos superiores a la media regional (2,7%).
Para 2024, las previsiones de la sociedad de estudios del Grupo Unicaja sitúan las tasas de crecimiento entre el 1,5%, de la provincia de León, y el 2,3% de las provincias de Burgos y Salamanca, pudiendo crecer también por encima de la media regional (2,0%) Palencia (2,2%) y Valladolid (2,2%).
Las previsiones realizadas por la sociedad de estudios del Grupo Unicaja apuntan a que, en el conjunto de 2024, el PIB regional registraría un crecimiento del 2,0%. Asimismo, se prevé que, en el promedio del año, el número de ocupados aumente un 1,2%, destacando sobre todo los aumentos en el sector servicios y la industria. Por su parte, el número de parados se reduciría un 4,5%, situándose la tasa de paro en el 9,1% en el promedio del año.
En cuanto a 2025, las primeras estimaciones de Analistas Económicos de Andalucía sitúan la tasa de crecimiento del PIB en el 1,6%, en tanto que el número de ocupados podría crecer un 1,0%, estimándose una tasa de paro del 8,6% en el promedio del año. Las tensiones geopolíticas y sus repercusiones sobre las cadenas de suministro y los precios, entre otros, continúan generando incertidumbre en torno a las perspectivas de crecimiento.