– Qué humilde, macho
Mientras Papi Gavi atendía con una sonrisa paciente a todos sus fanáticos a las puertas de Ifeza, los propios fans, la mayoría chicos adolescentes, elogiaban la actitud del streamer, que acumula cientos de miles de seguidores en sus redes sociales y que entretiene con su contenido a muchos de ellos a diario. Alejandro Gavilán, como se llama este joven que comenzó su trayectoria con parodias y más tarde con clips dedicados a los videojuegos, lleva una década de trabajo en las distintas plataformas y ha conseguido erigirse como uno de los creadores de contenido más destacados del panorama nacional.
Ahora, su éxito va más allá de las redes y se traduce, en la vida real, en un auténtico aluvión de chavales dispuestos a cazar una firma o una foto con su ídolo: como un futbolista o una estrella del rock. Papi Gavi ha sido amable con su gente y se ha retratado decenas de veces antes de entrar en el recinto ferial de Zamora, donde ha sido uno de los padrinos de las «Dirok Finals», el evento de eSports impulsado por la empresa zamorana Gamez Studio, que ha congregado a centenares de personas para seguir las rondas decisivas de una competición de videojuegos.
Pero es que, además, Papi Gavi no ha ido solo. Junto a él se han pasado por Zamora figuras de mucha relevancia en las redes dentro del mundo adolescente y de los videojuegos, como Pandarina, KokoDC, Sugusana, Mayichi o Karchez. Este último también ha recibido un rosario de peticiones antes de acceder a un recinto completamente transformado para la ocasión, disfrazado de Palacio de Congresos y con un escenario profesional.
En esa plataforma central, donde luego se ha desarrollado la competición, lucían varias pantallas de gran tamaño, algunas máquinas arcade y el trofeo diseñado especialmente para la ocasión. También han aparecido los presentadores escogidos para un evento que se ha podido seguir en directo en Twitch y que ha permitido dar difusión al juego creado en Zamora, con el apoyo, claro está, de los citados streamers.
El juego
Hay que recordar que el juego, Dirok, parte de una premisa «revolucionaria» en la que, mientras un jugador decide qué carta poner sobre el tablero, en la pantalla siguen pasando cosas. Los personajes luchan entre ellos y de sus victorias y derrotas depende el resultado final.
El secreto del éxito reside en una combinación entre lo frenético de la partida y que la mecánica final es tan simple como el tradicional cuatro en raya. Cuestión que hace que «estén jugando a Dirok nietos y abuelos de una misma familia», según Gámez Studio. Lo fundamental es la mecánica de la partida, que es realmente diferente en un mundo donde cada vez es más complicado dar con la tecla de la novedad.
En el torneo como tal, el triunfo ha sido para el zamorano Cristian Nuez, que se ha llevado un premio de mil euros en metálico más un ordenador.
Más allá de eso, lo cierto es que será la propia organización quien deba juzgar el éxito del evento, pero al menos los asistentes, en particular los más jóvenes, se han marchado con la satisfacción de conocer a gente a la que siguen por un motivo tan simple como el que expresó un niño que hacía cola para ver a Papi Gavi: «Me gusta su contenido».