La Asamblea General de Caja Rural de Zamora ha dado hoy el visto bueno a las cuentas generales de la entidad del año pasado y al informe de gestión de 2023. Unas cuentas que, según los datos de la propia Caja, reflejan un volumen de negocio total de 6.614 millones de euros, un 12,4% más que en el año 2022. Durante el año pasado, además, la caja aumentó la concesión de financiación a empresas y particulares hasta alcanzar los 983 millones de euros.
Las cuotas de mercado de la caja, indican fuentes de la dirección de la entidad, son cada vez mayores en Zamora. La inversión «representa el 48,8% del mercado» y respecto a los depósitos bancarios, «la cuota asciende al 34,8%». Más del sesenta por ciento de las hipotecas que se conceden en Zamora las firma Caja Rural, que además «ha registrado importantes crecimientos tanto en la inversión como en los recursos gestionados».
Los recursos propios de la entidad alcanzan los 376 millones de euros, un alza de casi el 24% con respecto a 2022, y la ratio de solvencia se sitúa en el 18,42%, una cifra muy por encima del mínimo exigido. La tasa de morosidad ha caído al dos por ciento y la ratio de eficiencia es del 38,6%, «uno de los mejores datos del sistema financiero español». Caja Rural cuenta, por lo demás, con 56.000 socios y 159.000 clientes y en 2023 obtuvo su máximo beneficio histórico, un total de 42,8 millones de euros.
La entidad pone además sobre la mesa el «compromiso con el mundo rural», con cerca de 9.500 solicitudes de la PAC presentadas en Zamora, y la apuesta por aumentar la red de atención presencial, con 107 puntos abiertos en la actualidad.
La Asamblea General ha renovado además tres cargos del Consejo Rector. Tras doce años, se jubilan tres consejeros: Pedro Jambrina, Vicente Martín y Luis Mariano de la Rocha. Acceden al cargo tres mujeres: Laura Marcos, María Jesús Mateos y Alicia García.