El hombre que disparó al camarero del Restaurante Marta y posteriormente abrió fuego contra varios agentes de la Policía Municipal de Zamora en la madrugada del viernes al sábado tenía, según vecinos y familiares del sujeto, un amplio historial de «episodios violentos» que hacen que en su pueblo, Madridanos, muchos no se expliquen cómo es posible que tuviera permiso para portar armas.
Aunque hace décadas que el hombre, de 61 años, abandonó su residencia en el pueblo para establecerse en Zamora, el alcalde de la localidad, Ángel Sánchez, confirma a este periódico que «pocas personas de más de treinta años en este pueblo no saben quién es». La descripción de los hechos que hace la Policía y los testigos encaja bien con la imagen mental que en el pueblo tienen del hombre. «Cuando bebía no tenía noción de lo que era el bien ni el mal. No sabías por dónde te podía salir», apostilla Sánchez.
En el pueblo recuerdan episodios que, si bien son antiguos, sí revelan un historial «violento» del hombre sobre todo, subrayan las mismas fuentes, cuando consumía alcohol. «Un día cogió un hacha y entró a una discoteca a atacar a un hombre. Por eso pasó por la cárcel. Otro día cogió un cuchillo y obligó a un vecino a llevarle en coche a Zamora», relata el alcalde del pueblo, que además es familiar directo del implicado.
Con estos mimbres, lo que llama la atención en el pueblo es que «una persona así, con estos problemas, tuviera armas en casa. Yo dije una vez en el club de tiro que cualquier día que se le fuera la cabeza la iba a preparar. Claro, no imaginábamos esto… Lo que no entiendo es qué psicotécnico ha dado permiso de armas a este hombre», reflexiona el alcalde.
«A ver, hace muchos años de esto, pero era un busca riñas», asegura otro vecino del pueblo, que no quiere revelar su nombre. «Luego se fue a Zamora y mejoró mucho, pero en los últimos tiempos volvía a estar peor. Lo que no imaginábamos nadie era montara un lío como el que ha montado», apunta el mismo hombre, residente en Madridanos desde hace décadas.
Con la pistola en la mano y hablando por el móvil
Una llamada de un grupo de jóvenes, que vio a un hombre «haciendo eses» por Campo de Marte con una pistola en la mano, dio a la Policía «cuatro o cinco minutos» de adelanto que a la postre fueron clave para localizar y reducir pronto al supuesto agresor. Cuando el hombre disparó al camarero del Marta, indican fuentes conocedoras de la situación, «todavía quedaban unas pocas personas en la terraza», que huyeron rápidamente y avisaron a Emergencias.
Los agentes localizan al hombre bajo el puente de la calle del Ferrocarril «hablando con el móvil con la pistola en la mano». Se le ordena que arroje el arma y se tire al suelo y, en lugar de obedecer, abre fuego contra los agentes, que se refugiaron detrás de las puertas de sus vehículos iniciando un tiroteo que deja en el detenido, al menos, cuatro impactos de bala. El hombre tenía alrededor de medio centenar de balas guardadas en el bolsillo del pantalón.
El varón permanece ingresado en el Hospital Virgen de la Concha. Será trasladado a otro hospital para realizarle una intervención por las heridas que presenta y, cuando esté en condiciones, ingresará en la cárcel de Topas.