Puebla de Sanabria cierra la puerta a cambiar las fechas de su tradicional mercado medieval, como solicitaba el grupo político Futuro para que pasara a celebrarse «el último fin de semana de julio o el primero de agosto para ir posteriormente modificando fechas hasta que se encuentre un equilibrio para mercaderes, visitantes y vecinos». El mercado es, indican desde el equipo de Gobierno de Puebla, «uno de los eventos de promoción turística más importantes» de la localidad y un cambio de fecha «puede provocar un efecto no deseado».
Al coincidir con el puente de agosto, añade el Ayuntamiento, «muchas empresas quieren organizar el mercado y pagan por ello», lo que no se conseguiría si cambian las fechas. Recuerdan las mismas fuentes que el evento es Fiesta de Interés Turístico Regional y que para mantener la categoría debe «celebrarse de forma periódica y en fechas fácilmente determinables», lo que choca frontalmente con el planteamiento de la oposición.
El Ayuntamiento abre la puerta a desarrollar otras ferias o eventos en los días propuestos, pero indica que «tenemos el convencimiento de que el 15 de agosto es la fecha más adecuada para el mercado medieval, y así nos lo transmiten las empresas organizadoras y los artesanos de nuestro propio municipio, que acuden a mercado medievales por toda España e inciden en que un cambio de fecha sería un error».
«El intento de trasladar el Mercado a las fechas que nos proponen, aparte de significar una disminución de visitantes, no tendríamos la garantía de poder llevarlo a cabo, al coincidir con otros mercados existentes en España que tienen sus fechas muy consolidadas», añaden fuentes municipales.
Futuro argumenta que el mercado medieval lleva a la ciudad a un gran número de visitantes que afectan a la vida diaria de los vecinos del pueblo. «A ninguna de las localidades que organizan estos eventos se le ha ocurrido cambiar sus fechas porque tengan muchos visitantes», asegura el Ayuntamiento, que puntualiza además que esto no se conseguiría per se con un cambio de fecha salvo que se pretenda «un evento mucho más pequeño» que el que hay actualmente.