Como cada 9 de mayo, la Unión recuerda este jueves la histórica «Declaración Schuman». Es decir, las palabras del ministro de Exteriores francés, tal día como este en 1950, sobre la creación de una forma de cooperación política en el continente que haría inconcebible la guerra entre naciones. Aquellas declaraciones dieron origen a la celebración del Día de Europa, una jornada marcada en rojo en el calendario para el Centro Europe Direct de Zamora, cuyo responsable, José Luis González Prada, analiza en esta entrevista lo que supone el proyecto común y cómo conviene trasladarle esa información a los ciudadanos.
– ¿Cómo se puede concienciar a la gente sobre la importancia de estar dentro de ese espacio común?
– Este año, la campaña institucional europea, y también la vinculada a las elecciones, van orientadas a recordar la importancia de lo que es la democracia que compartimos entre todos los países que formamos parte de la Unión, y cómo en el origen de ese gran proyecto estuvo precisamente la preservación de la paz. Es verdad que ahora, viendo conflictos bélicos más cercanos como puede ser el de Ucrania y Rusia o la situación de Palestina e Israel, sentimos más la importancia de vivir en paz, y creo que recordar que en los orígenes de la Unión Europea está esto es importante, así como también dar valor a cuestiones que nos parecen naturales y que quizá no lo son tanto. Hablar de que los países que formamos parte de la Unión Europea tenemos una estabilidad económica y monetaria puede ser difícil de trasladar, pero decir que no tenemos una inflación absolutamente disparada como otros países o que podemos mantener unos ciertos niveles de crecimiento económico o un determinado acceso al crédito son cosas relevantes. Que los más jóvenes tengan oportunidades, no solo para viajar, sino para estudiar o para trabajar en el futuro, me parece también absolutamente extraordinario. O que por ejemplo, hoy, se pueda confiar en las compras online. Parecen conquistas obtenidas porque sí, pero también tienen que ver con el proceso de la construcción europea. Tal vez Europa tiene un problema de comunicación, o necesita comunicar mejor, y por eso el 9 de mayo es relevante recordar la importancia pasada, presente y pensemos que futura de este gran proceso de construcción que es la Unión Europea.
– ¿Siente que predica un poco en el desierto?
– No, no predico un poco en el desierto, pero sí creo que hay un gran camino por recorrer. Y por donde hay que empezar es por los más jóvenes, desde los niños, y ahí es donde nosotros hacemos un esfuerzo importantísimo. Es verdad que una gran parte de las actividades que organizamos se realizan con escolares, porque yo creo que es muy importante ir preparando a los niños y a los jóvenes para este futuro que tenemos por delante, que no va a ser otro que el que ellos mismos dibujen.
– Para las generaciones ya nacidas dentro de la Unión Europea, ¿la parte positiva de haber naturalizado ciertas cosas implica la negativa de sentir que ya no hay que protegerlas?
– Cuando alguien tiene agua en casa al abrir el grifo, puede pensar que tener agua no es importante. Pero eso cambia el primer día que dejas de tenerla. Por eso, pienso que esta parte de comunicar, de organizar eventos, de contarle a la gente por qué se produjo la Declaración Schuman el 9 de mayo de 1950 es verdaderamente muy importante. Estas campañas o colaborar en la sensibilización con las Elecciones Europeas o conmemorar el Día de los Autores Europeos o el Día del Medio Ambiente nos ayudan a valorar lo que tenemos.
– A veces, da la sensación de que, aunque Europa es muy grande, todo pasa siempre en el mismo sitio. ¿Qué se puede hacer para llegar más allá de Bruselas?
– Yo creo que hay una parte muy importante que tal vez tiene que ver con la comunicación que hacen los propios políticos nacionales. Se ha instalado eso de «vamos a Bruselas a ver lo que conseguimos», cuando yo creo que tendría que ser «vamos a Bruselas a ver lo que construimos entre todos». También pienso que los medios de comunicación tenéis un papel fundamental para explicar, por ejemplo, cómo funciona la Unión Europea. Cuando nosotros hablamos de que ahora va a haber un nuevo Gobierno europeo, considero que es importante contarle a la gente qué es la Comisión Europea y hablar de ella asociada a la palabra Gobierno. Son terminologías que la gente entiende mucho más y hay que hacer ese esfuerzo pedagógico por parte de todos. Hay otra parte importante que es la de presentar adecuadamente los resultados. Aquí estamos gestionando los Next Generation y se están haciendo muchas cosas, pero no sé si se están comunicando de forma suficiente. Falta mucho para que la gente lo entienda y para que las empresas sepan que pueden aprovechar ciertas oportunidades.
– Desde determinados espacios políticos se están lanzando bastantes mensajes al aire contra Bruselas para culpabilizar a la Unión de algunos de los problemas que se están produciendo en los Estados miembros. ¿Hasta qué punto afecta esto a Europa y cómo se puede combatir que se sitúe al proyecto común como el enemigo para ciertos temas?
– El punto de partida es erróneo, que es situar a Europa como una cosa ajena y a nosotros como si fuésemos otra. Hay que participar adecuadamente y, en este momento concreto de las Elecciones Europeas, hay que entender la importancia de que tengamos europarlamentarios que conozcan nuestra realidad, que sean capaces de plantearla y de plasmarla en el Parlamento y en el resto de las instituciones. Quiero decir que es muy importante que superemos esta consideración de que España está por un lado y la Unión Europea por otro. Eso lo podemos conseguir haciendo que la información llegue de la manera más clara y perfilada posible. Yo animaría a la gente a que entrara en la página de la Unión Europea, que tiene una cantidad de contenidos rigurosos y técnicos en las 24 lenguas y una herramienta que se llama sistemas de lectura fácil y que te explica los asuntos complejos de una forma muy, muy sencilla para que casi cualquiera lo pueda entender. También los mandatarios locales tienen que ser capaces de comprender la situación y trasladar la información al ciudadano.
– Para eso, los políticos locales y nacionales tienen que querer, y muchas veces hablan de los fondos europeos como algo propio; como un trofeo que ellos hubieran conseguido para sí.
– A veces parece que con poner la banderita de la UE es suficiente y yo creo que no es eso. Hay que hacer un extraordinario esfuerzo para que todo el mundo sepa de dónde viene el dinero y a qué políticas obedece, y que se produzca ese encuentro de la información. Yo animaría a la gente a ver medios como Euronews, que permite ofrecer mucha información y tiene una página muy potente. También hay mecanismos para poder leer prensa europea de otros países. Creo que es la realidad que todos tenemos que considerar, con el gran desafío de los niños y los jóvenes. Para nosotros, desde el Centro Europe Direct de Zamora, es realmente nuestra gran tarea.
– Justo dentro de un mes, España va a tener que votar en unas Elecciones Europeas que esta vez se van a celebrar, como en 2014, sin otros procesos paralelos que alienten la participación. ¿Cuál sería una tasa aceptable, dadas las circunstancias, y qué se puede hacer en este mes que queda para incrementarla?
– Nuestra tarea como Centro Europe Direct no es tanto propiciar que la gente vote, sino conseguir que la gente sepa que puede hacerlo, que llegue esa información y que los ciudadanos sean libres para ello. En España, la previsión es que la tasa de participación sea inferior a la de los anteriores comicios, porque cuando la gente tiene que votar también a nivel nacional, regional y municipal sí acude. Esta vez hay una cierta incertidumbre sobre qué es lo que va a ocurrir, pero España es aún así uno de los países con mayor participación. Y me atrevería a decir que tiene que ver con el sentimiento europeísta que sí tenemos los españoles. No soy un politólogo y no sé cuál va a ser el grado de participación, pero en el escaso mes que queda lo importante es que la gente sepa que puede votar.