Neveras, una televisión hecha trozos, restos de una instalación eléctrica, tierra, zapatos, bolsas… Vecinos del barrio de San Frontis denuncian la existencia de un vertedero improvisado en la parte alta del barrio, ya en la salida de Zamora, en la zona conocida como el Camino de la Nevera. Un vertedero que, indican fuentes vecinales, ha ido a más con el paso de los meses y que a día de hoy «no para de crecer» con escombros de vecinos de la zona, que se dirigen ahí antes de ir al punto limpio.
El Ayuntamiento de Zamora asegura ser conocedor de la situación e indica que lo primero será requerir a los propietarios de los terrenos que los limpien y que adecenten su estado, máxime ante la cercanía del verano, cuando puede ser peligroso que ciertos aparatos se acumulen en el campo. Con todo, fuentes municipales aseguran que el Consistorio trabaja en preparar un contrato de limpieza de escombreras para sacarlo de cara al verano, lo que permitiría tener medios para recoger todo el material que hay esparcido en este y en otros puntos de la capital, usados de forma incívica por algunos ciudadanos.
El Ayuntamiento, en colaboración con la empresa de recogida de basuras, PreZero, lanzó a finales del año pasado una campaña en la que pedía la implicación de la ciudadanía en el uso correcto del servicio, gratuito, de recogida de muebles, electrodomésticos y otros voluminosos, que puede concertarse con una simple llamada al teléfono de atención gratuito 980 510 221.
En esa llamada, el usuario informará al servicio del lugar y fecha en que va a sacar a la calle el objeto a retirar, dejándolo junto al contenedor de la zona. Este servicio está dirigido a la retirada de enseres voluminosos de origen particular, generalmente colchones, muebles o electrodomésticos. Enseres como los que hay tirados en los caminos de San Frontis.
Sanciones de hasta 3.000 euros
Una mala praxis por dejar voluminosos indebidamente en la vía pública y otros entornos conlleva infracciones que pueden llegar, tal y como recoge la ordenanza reguladora, hasta los 750 euros en el caso de infracciones leves, y hasta 3.000 en el caso de las infracciones muy graves. El Ayuntamiento pide tener «conciencia ciudadana» para eliminar el hábito de abandonar muebles y, en su lugar, llamar a la empresa de recogida de basuras para que lo recoja en la misma puerta de casa.
La ordenanza regula la existencia de multas de entre 50 y 750 por el abandono de enseres, lo que es una multa leve. Una infracción grave, cuando haya reincidencia, será castigada con entre 751 y 1.500 euros. Cuando se creen o se usen «vertederos incontrolados por el abandono de enseres», la multa puede ascender hasta los tres mil euros.