«Hasta los mismos gatos se matan a veces entre ellos para poder mamar de la madre. Creo que acusar de que esto lo ha hecho un vecino es arriesgado. Yo no acusaría a nadie, los gatos grandes matan a veces a los pequeños. Habría que hacer una averiguación exhaustiva y, a parte, no hay testigos». Con estas palabras se expresa Asunción Audina Leal, alcaldesa de Mahíde, el municipio al que pertenece Boya. Pueblo en el que cuatro gatos con apenas unos días de vida aparecieron muertos el pasado jueves por la mañana. Alguno, incluso, partido por la mitad.
La brutalidad de las imágenes no es suficiente para que la alcaldesa del pueblo, que reconoce que hay «un problema» con una colonia de gatos muy numerosa, dé por supuesto que la mano humana está detrás de los hechos. «Yo no acuso a nadie. Nosotros estamos a favor de los animales, pero no se puede decir alegremente que a estos gatos los haya matado nadie», asegura en declaraciones realizadas a este periódico.
Lo que sí reconoce la alcaldesa de la localidad es que la colonia de gatos de Boya, «que va por más de cuarenta animales y que pronto llegará a cien», se ha convertido en un problema para algunos vecinos del pueblo. «Aunque algunos están a favor de los gatos y les dan de comer, otros vecinos están molestos», añade la regidora. «Lo que tampoco puede ser es tener una calle del pueblo toda llena de gatos y de excrementos porque la gente quiera echar de comer a los gatos», apostilla.
Con todo, Leal asevera que el Ayuntamiento ha iniciado ya los trabajos para intentar poner solución a esta problemática. Se ha habilitado una partida de dos mil euros de las cuentas municipales y se ha contactado con veterinarios de la zona para comenzar a esterilizar a los gatos. «Es muy complicado porque primero hay que pillarlos, hay que desaparasitar, esto es un proceso que lleva su tiempo», subraya la regidora municipal. «Estamos decididos a hacer las cosas conforme a la ley, pero hay que tener paciencia porque los trámites son los que son», puntualizan las mismas fuentes.
Aunque la alcaldesa asegura que tiene «a la oposición en contra de todo lo que se hace en este pueblo», apuesta por ir «pasito a pasito» para controlar la colonia y evitar más conflictos vecinales en Boya.
A favor de los gatos
Las crías tenían apenas unos días de vida, indican desde el pueblo. En otras ocasiones ha habido gente que ha golpeado, apaleado e incluso disparado a los animales. Los cuidadores aseguran que llevan tiempo instando al Ayuntamiento de Mahíde, del que forma parte Boya, a que cumpla «la legislación vigente en materia de bienestar animal» y que esterilice a los animales para impedir el crecimiento de la colonia, que se multiplica sin control siendo algunos vecinos los que se encargan de alimentar y desparasitar a los animales «de forma totalmente altruista».
La falta de control, dicen desde el pueblo, ha sido aprovechada por algún vecino «para proceder como se hacía antes» y matar «con gran brutalidad» a cuatro crías de gato que habían nacido la semana pasada y que seguían siendo amamantadas por su madre. Los cuidadores han denunciado los hechos al Seprona, que se ha desplazado a la zona para tomar fotografías de lo sucedido y levantar el correspondiente parte.