En las horas previas a la romería de La Luz, decenas de furgonetas se abren paso por la carretera que va desde el cruce de Moveros hacia la frontera para situarse en la zona donde se monta el amplio mercado que hace famoso al evento por estas tierras. Casi todos esos vehículos llevan en su interior el género que sus dueños se disponen a vender en la cita anual: desde frutas hasta bacalaos y carnes pasando por bisutería, textiles, herramientas o plantas. Hay casi de todo lo que uno pueda buscar. Pero al pie de todos estos stands, un furgón particular llama la atención. Lleva los colores y la marca de la Guardia Civil, bien reconocibles, y la Zamora rural se va a ir acostumbrando a él.
En esta romería del domingo posterior a San Marcos, la Benemérita estrenó en la provincia su Oficina Móvil de Atención al Ciudadano (OMAC). Se trata de un vehículo equipado «con prestaciones parecidas a las de cualquier acuartelamiento de la Guardia Civil» y pensado como un elemento de respuesta frente al reto demográfico. La furgoneta se desplazará allá donde sea necesario y se instalará en eventos como el de Moveros, donde la gran afluencia de gente hace deseable un apoyo para las patrullas que también estaban vigilando y controlando el tráfico por el entorno.
«Habíamos hecho pruebas piloto, pero esta es la primera vez que salimos después de que se haya presentado el equipo de manera oficial», explica la pareja de agentes que se desplazó a este rincón de Aliste, a apenas 50 metros de la frontera, para prestar el primer servicio en un vehículo que, según la Benemérita, cuenta con «los mismos sistemas que llevan los vehículos policiales de la Guardia Civil, junto al resto de tecnología necesaria para un servicio público de seguridad eficiente y eficaz».
Lo cierto es que, si uno entra a la oficina, se encuentra con más elementos reconocibles para un cuartel que para un coche patrulla. Los dos guardias civiles trabajan con ordenadores, cuentan con mesas y sillas tanto para su propio desempeño como para la atención de los usuarios y disponen también de dos pantallas, una en cada extremo de la «sala». Por fuera, la serigrafía del vehículo ofrece información al ciudadano para que sepa que puede acercarse si lo necesita. Y varios lo hicieron ya en la primera mañana.
Las carteras y una emergencia sanitaria
Los agentes encargados de la primera salida gestionaron distintos asuntos, todos ellos habituales en este tipo de romerías: «Hemos tenido pérdidas y sustracciones de carteras, que es algo muy común cuando hay tanta gente», señala la componente de la Benemérita que forma parte de este equipo, que explica que el punto de atención abierto también sirve como oficina de objetos perdidos para que las personas que echan en falta alguna pertenencia durante el desarrollo del evento puedan pasarse a tratar de recuperar sus bienes: «Nos ha pasado con una maleta de bebé con cosas dentro», aclara la agente.
Además, la oficina móvil se configura como un espacio cardioprotegido. Es decir, cuenta con un desfibrilador. «A lo largo de la mañana, hemos salido con este aparato por la indisposición de un hombre y, como nadie lo había hecho, también hemos avisado al 1-1-2», explica el otro agente citado, que matiza que la emergencia sanitaria se ha resuelto sin la necesidad de aplicar las descargas, pero que subraya la importancia de contar con este recurso en lugares donde se acumula mucha gente y en los que el hospital más cercano está a bastantes kilómetros de distancia.
Más allá de eso, su compañera destaca también que, desde esta posición, los agentes pueden «hacer los cometidos de señalización, dar información a la gente o gestionar el tráfico». Todo lo que pida la circunstancia: «La gente, en principio, está muy contenta», asevera la trabajadora, que remarca que, más allá de los eventos, la oficina móvil estará «donde haga falta a nivel operativo». Por ejemplo, «en pueblos en los que la gente es muy mayor y no hay nadie que los pueda llevar a poner una denuncia.
Los equipos
Los cuatro agentes que forman parte del equipo de la OMAC se presentaron voluntarios para esta tarea, por lo que afrontan la nueva etapa de servicio con «ilusión» y con ganas de incidir en «el trato cercano con la gente». «Te acercas y ellos lo ven como un plus», sostiene la agente encargada de este servicio, que recuerda que el teléfono 670463521 estará 24 horas activo para ponerse en contacto con la oficina: «Ahí planificamos un horario o una cita si hace falta», matiza la profesional, que concede que las pruebas piloto con la furgoneta se realizaron en los alrededores de Zamora capital, pero que, al final, la acción «se extenderá por toda la provincia».
En principio, más allá de lo que vaya surgiendo hasta entonces, el siguiente servicio en la agenda de esta pareja de la Guardia Civil es el Cristo de Morales, aunque ambos se encargan de recordar que no solo actuarán en eventos multitudinarios: «Esto sirve como lugar de puesto avanzado y se puede trasladar al punto base de un incendio o de la búsqueda de un desaparecido».
De hecho, la propia Guardia Civil ya mencionó en la presentación esta posibilidad de trasladar la oficina móvil a las «catástrofes o situaciones imprevistas», y recordó que este servicio realizará también labores de atención al peregrino en los diferentes Caminos de Santiago que discurren por la provincia.
Ya a la salida de la romería de La Luz, otro guardia civil, en este caso de los de patrulla de toda la vida, observa la oficina desde la lejanía y apunta: «Es un cuartel andante». Los zamoranos del medio rural tendrán que familiarizarse con él.