La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha urgido al Ministerio de Sanidad y a la Junta de Castilla y León a que tomen medidas para incentivar la cobertura de médicos de Familia. Además, el colectivo ha demandado una reflexión y un análisis sobre la formación y la situación laboral de esos especialistas sanitarios.
La exigencia de CSIF llega tras conocerse que la repesca del MIR (Médico Interno Residente) ha dejado sin cubrir 47 plazas de Medicina Familiar en Castilla y León, la cuarta parte (24,7%) del total asignado en la comunidad y el 19% de las plazas desiertas que han quedado en España (246).
Las vacantes sin cubrir en Castilla y León se concentran en las provincias de Burgos con 21 plazas, 4 en el área de Burgos, 11 en la de Aranda de Duero y 6 en la de Miranda de Ebro; Soria (11); León (7), una en León y 6 en Ponferrada; Zamora (5); y Valladolid, con 3 plazas en Medina del Campo.
Con esos datos en la mano, CSIF ha vuelto a alertar de «la falta de interés que muestran los nuevos médicos por trabajar en la Atención Primaria de Castilla y León, al no encontrar alicientes suficientes». «A la dispersión geográfica de la comunidad y los hándicaps de trabajar en un entorno rural más aislado, se suman las precarias y desmotivadoras condiciones laborales, el exceso de carga de trabajo asistencias y burocrática, la falta de incentivos por ocupar puestos de difícil cobertura, o los menores salarios que se ofrecen en otras comunidades vecinas», han lamentado desde el colectivo.
Las plazas de difícil cobertura
En concreto, el responsable del sector de Sanidad de CSIF Castilla y León, Enrique Vega, también ha apuntado otros motivos de ámbito general, «como la falta de reconocimiento de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria, o las limitaciones que aportan los centros de salud a jóvenes que acaban de salir de la universidad para su proyección profesional o, por ejemplo, en el ámbito de la investigación».
CSIF ha pedido también que se acabe con la adjudicación de plazas por el sistema telemático y se vuelva al presencial en tiempo real; ha reclamado mayores incentivos económicos para plazas de difícil cobertura (alejados de centros hospitalarios y con exceso de guardias); y ha exigido la convocatoria de la Mesa de Negociación del Ámbito para analizar la formación sanitaria especializada, especialmente la de Medicina Familiar.