La Semana Santa tuvo un efecto positivo para el turismo en Zamora. Nada que no se supiera, en realidad, pero ahora los datos del Instituto Nacional de Estadística sobre la ocupación hotelera de marzo han venido a refrendar esa certeza. Durante el mes pasado, la provincia experimentó un crecimiento del 18% en el número de viajeros en relación al mismo periodo del año anterior.
Sin embargo, los datos no se pueden considerar positivos si se comparan con abril de 2023, el mes en el que se celebró la Semana Santa ese año. Aquí, las cifras del INE hablan de una disminución del 23% en el número de viajeros, que se traslada también a las pernoctaciones. Es decir, los turistas vinieron a disfrutar de la Pasión, pero no de una forma tan masiva como en el curso anterior.
En ese sentido, conviene destacar, en primer lugar, que la estadística solo contempla la ocupación hotelera, sin más añadidos, y que la edición 2024 de la Semana Santa estuvo claramente marcada por la lluvia. Este segundo hecho explica la disminución del número de visitantes, que ya se había deslizado sobre la marcha, a la vista de que no se habían cubierto todas las plazas ni siquiera en la capital.
En números redondos, el INE señala que, en marzo de 2023, se alojaron en los hoteles de Zamora 16.523 personas, que estuvieron, de media, algo menos de dos noches por cliente. Las pernoctaciones se quedaron ligeramente por debajo de las 30.000.
Creación de empleo
La estadística del INE también revela que, a lo largo del mes de marzo, 427 personas estuvieron empleadas en los hoteles de la provincia. Son siete más que en abril de 2023 y 90 más que en el mes de febrero, lo que también da una idea del impacto de la Semana Santa.