El anuncio llegó el martes. En una comparecencia conjunta, el alcalde de Zamora, Francisco Guarido, y el obispo de la diócesis, Fernando Valera, anunciaron que próximamente la ciudad contará con una nueva calle que permitirá conectar la trasera de la Catedral con los Jardines del Castillo y que permitirá, por tanto, que los vecinos del municipio y los visitantes puedan descubrir una nueva vista del entorno monumental hasta ahora cerrada.
A lo largo de sus intervenciones en esa mañana, tanto Guarido como Valera hicieron énfasis en la importancia de colaborar con la vista puesta en el beneficio de Zamora. En particular, el obispo hizo varias menciones a la pertinencia de poner a disposición no solo la Catedral como tal, sino ciertos «espacios para el uso público». De hecho, el prelado aseguró que la apertura de este vial suponía «un paso más en el camino» emprendido.
Más tarde, ya ante las preguntas de la prensa sobre cuáles serán las próximas actuaciones, el obispo confirmó que hay dos temas que siguen muy presentes en su agenda: el Museo de los Tapices y la accesibilidad de la torre de la Catedral: «Serán los siguientes pasos. Son dos procesos muy próximos el uno del otro», deslizó Valera, que no dio plazos, pero que subrayó que ya hay un pequeño proyecto.
Conviene destacar que la del Museo de los Tapices es una iniciativa que acumula ya varios años de desarrollo con el fin de permitir un mayor lucimiento de uno de los recursos con los que cuenta el Obispado, mientras que, en el caso de la accesibilidad de la torre, la idea es que sea posible caminar por los tejados de la Catedral de Zamora, ver desde dentro la propia torre y estar a escasos metros del cimborrio.
Sin más plazos que los aportados hace unos meses, el gerente del Obispado, José Manuel Chillón, destacó que todas estas ideas son coherentes con el planteamiento de «abrir la Iglesia a la sociedad». El responsable económico enmarcó ahí también la cesión de unos terrenos de 5.000 metros en el entorno del Seminario para que el Ayuntamiento haga un aparcamiento.
«La diócesis está interesada en lo que le interesa a la ciudad», recalcó Chillón, que fue algo más claro a la hora de señalar que los proyectos deben de recibir un empujón en los próximos meses: «Necesitamos que alguien diga: Lázaro, levántate y anda».