Tras la Semana Santa, y la lluvia, los balances. Este Domingo de Resurrección, la presidenta de la junta de cofradías, Isabel García Prieto, admitió que el tiempo «desastroso» había deslucido los diez días más esperados por la ciudad, una reflexión que comparte también el concejal de Promoción Económica, David Gago. El político, no obstante, matiza que sí ha percibido alegría en el consumo y movimiento en el municipio, a pesar de las complicaciones causadas por las circunstancias meteorológicas.
En declaraciones a este medio, Gago ha aceptado que «no ha sido la mejor semana que se podía esperar», aunque ha recordado que el mal tiempo se ha dejado sentir «en toda España». «No podemos evitar las circunstancias desapacibles», ha constatado el concejal, que en todo caso ha querido subrayar que no todo ha ido tan mal como cabría esperar, a la vista de las cartas repartidas.
«Los hosteleros dicen que se ha notado movimiento en el negocio, aunque haya sido en el interior de los bares, y todos hemos podido comprobar que gente ha habido», ha resaltado el edil del Ayuntamiento de Zamora, que ha abogado por «esperar a los datos oficiales» para poder hacer una valoración más en firme.
Antes de que esas estadísticas confirmen o desmientan los puntos de vista expresados casi sobre la marcha, Gago ha incidido en que, durante los días principales de la Semana Santa, «en calles como los Herreros no se podía entrar en ningún bar», una circunstancia a la que ha colaborado el hecho de que en el exterior no se podía estar de ninguna manera.
Sin incidentes salvo los causados por el viento
De hecho, en su calidad también de responsable de Protección Ciudadana, Gago ha admitido que el mal tiempo «ha contribuido a que haya habido menos incidentes». En realidad, el concejal ha señalado que todo se ha mantenido «como cualquier semana del año». No ha habido sucesos que lamentar ni siquiera en la tradicionalmente complicada noche del Jueves Santo. Esta vez, con el agua, no hubo ni botellón.
Lo cierto es que, en esta Semana Santa tan particular, los problemas principales no han venido provocados por el movimiento de gente en la ciudad, sino por el viento que sopló el Miércoles Santo y que provocó 250 incidentes, según ha aclarado Gago, que ha revelado que ese fue el día en el que más actuaron los bomberos y los agentes.
Por lo demás, «la Semana Santa ha sido descafeinada hasta para eso», con pocos positivos en los controles y nada fuera de lo común.
En cuanto a las aglomeraciones de gente, sin botellón del que hablar, la Plaza Mayor se ha erigido como el centro de los movimientos, con festejos espontáneos el Domingo de Ramos y algo más organizados, como ya es costumbre, en este Domingo de Resurrección.