Mucho tenía que llover para que las Capas Pardas no salieran. Esto lo sabe toda Zamora. Ha llovido, bastante, y la previsión es que llueva más, y las Capas Pardas han salido a la calle esta noche de Miércoles Santo. Eso sí, se han quedado en su barrio, en Olivares, sin subir a la ciudad vieja por culpa de una borrasca que amenazaba con descargar en cualquier momento.
En medio de unas calles totalmente a oscuras, con los faroles casi flotando en el aire de unos penitentes difíciles de percibir más allá de la tercera fila, las Capas han realizado un recorrido breve acompañadas de su imagen titular, el Cristo del Amparo, que hace años llegó a quedarse en el interior del templo en otro Miércoles Santo de lluvia. Hoy el desfile ha sido corto, pero completo.
La Hermandad de Penitencia se debe a su barrio, y con su barrio ha cumplido. La subida por la cuesta de Pizarro, el rezo del via crucis en Fray Diego de Deza y el discurrir por el casco antiguo quedan, con pena para muchos, para 2025.