Por si fuera poco con los avisos de lluvia que mantienen en vilo a los cofrades, las fuertes rachas de viento de más de 70 kilómetros por hora, según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología, han provocado este Miércoles Santo algo más que inquietud en Zamora.
Sin ir más lejos, el viento ha derribado esta tarde las vallas que cortan el acceso al Puente de Piedra. Hay que recordar que el viaducto se encuentra en obras desde hace meses y permanece cerrado al paso para peatones.
Más allá de este hecho, la ciudad ha sufrido decenas de desperfectos y de desprendimientos ciertamente peligrosos, sin que de momento hayan trascendido daños personales. Eso, a pesar de que en zonas como la Costanilla han caído cristales o que en la parte baja de Sancho IV, en la confluencia con el Riego, se han encontrado algunos cascotes.
También ha habido problemas en la rúa, en zonas donde el aire golpea particularmente fuerte, como el puente de la calle Libertad, o en la calle Guerrero Julián Sánchez, un lugar en el que los bomberos han precintado parte de la vía para evitar riesgos personales.
Aparte de esto, ya antes del mediodía, el Ayuntamiento de Zamora había alertado sobre la necesidad de evitar ciertas zonas de riesgo, en particular los parques, por la previsión de este temporal de viento que mantiene alerta a las autoridades.