Aunque la fabricación de palmas se realiza desde hace cientos de años, solo desde hace unos pocos se reconoce la profesión de palmero. Prácticamente todos los palmeros de España se encuentran a la orilla del Mediterráneo y, dentro de esa zona, Elche es la localidad con más actividad. De ahí vienen desde hace años las palmas que los zamoranos usan para celebrar el Domingo de Ramos y que dan la bienvenida a Jesús. Palmas que en caso de Zamora (por lo que refiere a las que compra la Junta pro Semana Santa) fabrica el ilicitano Iván Soto, que hereda una tradición que en su tierra se remota al siglo XV. Desde entonces se exportan palmas desde la costa a otros puntos del país y del mundo.
En Elche hay ahora mismo unos cien palmeros de profesión y otros tantos de formación, indica la empresa. Un símbolo de la ciudad que se ha extendido al resto de España y que hace ya muchos años llegó a Zamora, donde las palmas rivalizan con el tradicional laurel que se deposita a las puertas de las iglesias en toda la ciudad. Una tradición que en la localidad levantina llega «desde el año 1371, pues desde entonces hay documentos en el archivo municipal».
La producción de la palma blanca que niños y mayores lucirán esta tarde por las calles de la ciudad se lleva a cabo mediante un proceso de privación de luz solar para la planta que dura varios meses, indica la empresa encargada de suministrar el material para el Domingo de Ramos en Zamora. Después de permanecer mucho tiempo a la sombra, la palma blanca luce esplendorosa en las procesiones del domingo en gran parte de España.
La elaboración
La elaboración de las palmas se lleva a cabo con una técnica transmitida de padres a hijos durante varios siglos, indican las mismas fuentes. En Elche se realiza desde los primeros años del cristianismo y es «el único lugar del mundo en el que se sigue manteniendo esta tradición». Actualmente la palma blanca de Elche está presente en celebraciones del Domingo de Ramos en varios puntos del mundo.
La elaboración de la palma se lleva a cabo en cuatro pasos. Primero, el atado. Para lograr el color blanco, se agrupan alrededor de la palmera atándolas con cuerdas, formando un cono, y dejando abierta la parte superior de la palmera. El objetivo de este paso es proteger al ojo de la palmera de la luz solar. Se realiza desde diciembre hasta comienzos del verano. Tras esto llega la segunda fase, el encaperuzado. «El aspecto de la palmera es bastante impactante, puesto que se coloca alrededor de las palmas una cubierta cónica con la parte de arriba abierta». Fundamental para que, cuando nazcan nuevas palmas, no se pongan verdes.
La recolección es la tercera fase y la más peligrosa, cuando un trabajador trepa hasta la palmera para cortar las palmas blancas y retirar las fundas. «Es importante no cortar todas las palmas para que la palmera no muera». Y, por último, el tratamiento de la palma. Las ramas se clasifican por tamaño y se introducen en cámaras para conseguir un color blanco aún más vivo gracias a la combustión del azufre, que ayuda a una mejor conservación.
Un proceso elaborado que durante prácticamente todo el año, un trabajo «laborioso y delicado» al que se dedican horas durante varios meses «para contemplar auténticas obras de arte» que pueden ir desde los diez centímetros a los tres metros. Para que nadie, ni niño ni mayor, se quede sin la suya.
Recorrido de la procesión de la Borriquita
Saldrá a las 17:30 horas de la plaza Claudio Moyano tras la bendición popular de palmas por el Capellán de la cofradía para proseguir por plaza Viriato (por el lado del Parador), Ramos Carrión, Plaza Mayor, Renova, plaza Sagasta, San Torcuato, plaza Alemania, avenida de Alfonso IX, Santa Clara, plaza de Sagasta, Renova, Plaza Mayor, Ramos Carrión, plaza Viriato (por el lado del Parador) y plaza Claudio Moyano.