Jean Laurent, Manuel Pol Castro, Pascual Martín, «Canito», Desfilis Barberá o Francisco Ontañón, todos grandes nombres de la fotografía y ligados al mundo del toro, protagonizan la exposición «La memoria taurina», una muestra de unas ochenta fotografías que se exponen en el Museo Etnográfico con un hilo conductor magistral y con un interés que trasciende a los intereses de los propios aficionados taurinos.
Dividida en varias secciones que llevan al espectador de la mano a través de varios aspectos del mundo taurino, la muestra comisariada por Raúl Alonso Sáez reivindica el papel de la tauromaquia en la memoria colectiva y en la propia sociedad tal y como se conoce. El espectador se adentra en la muestra, ubicada en la planta de abajo del Museo Etnográfico (entrada por Corral Pintado), y comienza por los «Momentos históricos» y por una foto de Jean Laurent realizada en la antigua plaza de toros de Madrid. Una foto modificada en la que el autor compone un paseíllo con retratos tomados aparte.
De ahí se da paso a «Tauromaquia y sociedad», donde se muestra el papel social que los toros han jugado en España y la atracción a personalidades internacionales. Orson Welles, Sofía Loren, Hemingway y Buffalo Bill tienen presencia en este apartado. Welles estrecha la mano de Antonio Bienvenida en un burladero de la plaza de toros de Madrid en una sección en la que Francisco Cano y Sofía Loren se cruzan la mirada en la plaza de toros de Aranjuez.
El festejo popular ocupa también un lugar privilegiado en la exposición, sección que se abre con una foto del ya prácticamente extinto arte del salto de la garrocha en la célebre finca de los «Gallos». Una de las imágenes más interesantes la firma Francisco Ontañón, que captó a un torero, de espaldas, con la talaguilla rota en una sección en la que también llama la atención la foto a tres maletillas tomada en Ciudad Rodrigo, tres jóvenes que se resguardan de la nieve con sus capotes después de intentar saltar a los ruedos para torear.
«La memoria taurina juega un papel muy importante a la hora de entender nuestra sociedad»
Raúl Alonso Sáez, comisario de la exposición
«Mujeres y tauromaquia» y «Retratos» conversan entre ellas, una enfrente de la otra. Llama la atención el retrato de un jovencísimo «Gallito» de quince años tomado en 1910, diez años antes de que el Rey de los Toreros muriera tras una cornada en la plaza de toros de Talavera de la Reina. Vestido de traje blanco, con botas, sombrero y una mirada torerísima, la imagen muestra a un niño que ya sabía que mandaba en el mundo del toro. Conversa esta foto con otra, de Manuel Granero, tomada once años después a un torero con idéntico destino. El aficionado zamorano aquí se detendrá en un interesante retrato de Andrés Vázquez firmado por Canito.
«Suertes y lances» y «Detalles» hacen de epílogo de la exposición. Y cierra la exposición la imagen que se ha convertido en icono de la muestra, la del banderillero Manuel Carmona enfocando al espectador con su cámara de fotos. La muestra se complementa con elementos expositivos como un traje de torear que vistió Ignacio Sánchez Mejías, postales que recuerdan la muerte de Manolete o un ejemplar de la ya extinta revista «El Ruedo».
«La Memoria Taurina: Fotografías taurinas en los archivos estatales» es una visita obligada para aficionados a los toros y a la fotografía, de forma conjunta (preferiblemente) o en separado. Pero es algo más. Ofrece un reflejo bastante atinado de la importancia de la tauromaquia en la cultura popular española a lo largo de los últimos doscientos años, muestra la relación del mundo del toro con otras artes, la internacionalización de la Fiesta y da protagonismo a las figuras más destacadas de las diversas épocas por las que ha pasado el toreo. Está abierta desde el 21 de marzo hasta el 19 de junio. Pasen, cámara en mano, y vean.