En octubre del año pasado, durante la celebración del III Congreso de Historia de Zamora, el jefe de la Unidad del Padrón del Instituto Nacional de Estadística, Jorge Vega, estimó en «más de 130.000» el número de personas que siguen ligadas a la provincia a pesar de haberse marchado. El experto aludió a los datos de visitantes procedentes de la telefonía móvil o al censo de segundas residencias como herramientas útiles para aproximarse a la cifra real de familias que forman parte de lo que se conoce como población vinculada.
Este grupo heterogéneo de gente tiene una relación más o menos cercana a los municipios de la provincia. En algunos casos, se trata de personas que no regresan casi nunca a Zamora y a sus pueblos; en otros, de familias que forman parte de la llamada población flotante y que disfrutan de largas temporadas en la provincia; y, en un tercer grupo, se ubican quienes pasan algunos días al año en las localidades a las que sienten apego, con las fiestas de verano y la Semana Santa como dos de las épocas marcadas en rojo en el calendario.
Sí, Zamora espera la llegada de un aluvión de turistas durante la próxima semana, particularmente de cara a los días festivos, pero también prevé el aterrizaje de gente que no es foránea; que es de aquí, pero que vive fuera. Según los datos recabados durante años anteriores, el grueso de esas personas se acumulará entre el Jueves Santo y el Domingo de Resurrección, y no necesariamente atraído por las procesiones, aunque el ambiente de la ciudad juegue a favor.
De hecho, algunas de las localidades que incrementarán su población de manera evidente durante la Semana Santa se encuentran a más de una hora de viaje de Zamora capital. Sin ir más lejos, la comarca de Sanabria pasó, durante esta época del año en 2022, de sus poco más de 5.000 vecinos habituales a superar con holgura los 13.000, según el estudio de movilidad elaborado con Big Data por parte del Ministerio de Transportes y recogido en su día por el diario El País.
A esa circunstancia contribuyó en parte el turismo, pero no hay que olvidar que municipios como Galende están llenos de segundas residencias. Es decir, de gente que puede tener o no raíces con la tierra, pero que ya se puede considerar parte de esa población vinculada. El citado ayuntamiento sanabrés señaló recientemente que seis de cada diez casas ubicadas en sus pueblos son segundas viviendas y aclaró que precisamente Semana Santa es una de las épocas en la que más se llenan esos hogares.
En general, según el censo de 2021 del INE, Zamora cuenta con cerca de 40.000 viviendas que pueden considerarse de uso estacional o muy esporádico. Más allá de los casos extraordinarios de Galende o de otros puntos de la geografía provincial como Fermoselle, todos los pueblos, y en parte la ciudad, se manejan en esta realidad de contar con casas vacías en la cotidianeidad del invierno que se van ocupando progresivamente de cara al buen tiempo, con picos en fechas como la Semana Santa.
Refuerzo para la ciudad
Todo ello refuerza también a la capital. Las personas que llegan a los pueblos del entorno de la ciudad, o incluso a localidades que exigen un desplazamiento en coche ciertamente largo, acuden a ver las procesiones, a disfrutar del ambiente o a participar en determinados ritos vinculados de un modo u otro a la Pasión. Las cifras que han dado en ocasiones las autoridades locales no pueden ser solo de turistas instalados en el propio municipio principal. Por pura capacidad.
En 2019, el entonces responsable de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Zamora, Antidio Fagúndez, habló de una horquilla de entre 150.000 y 180.000 visitantes durante la Semana Santa de aquel año. Ya en 2023, las previsiones trazadas por las autoridades hablaban de la posibilidad de que la ciudad multiplicara «por cinco o por seis» su población durante las horas centrales de la Pasión. Resulta evidente que muchas de esas personas que debían llegar no eran turistas, sino hijos de la tierra adscritos a la capital o a los pueblos.
En relación precisamente al año 2023, los datos de turismo correspondientes a abril, extraídos de la tecnología vinculada a la telefonía móvil, señalaron la presencia de 150.000 foráneos en Zamora durante la época de Semana Santa, con 600.000 pernoctaciones en total. El dato da otra idea de lo que puede estar por venir, con muchos rostros conocidos entre quienes llegan y con la acogida a la gente que acude a disfrutar de la provincia por primera vez.