El edificio que albergará el Museo de la Memoria de Ribadelago ya está completamente acondicionado para su nuevo uso después de la ejecución de unas obras que han exigido una fuerte inversión por parte de la Diputación Provincial. La institución ha aportado 367.000 euros para reconvertir lo que inicialmente se planteó como una casa consistorial y que ahora servirá como espacio para honrar la memoria de las 144 víctimas de la catástrofe del 9 de enero de 1959.
Ahora, la apertura del centro de la memoria queda pendiente de la musealización, aunque también está previsto que la Diputación intervenga con una partida de 50.000 euros para costear la redacción y la ejecución del proyecto, según ha señalado, en su visita a las instalaciones, el presidente provincial, Javier Faúndez.
Asimismo, Faúndez ha añadido que posteriormente el Patronato de Turismo y el Ayuntamiento de Galende rubricarán un nuevo convenio para la apertura del Museo de la Memoria al público, «ya que supondrá un atractivo más para los turistas que visiten el entorno del Lago de Sanabria».
«Realmente, será un museo cuando el apartado museográfico esté finalizado. Las obras ejecutadas son la primera parte y la más cara del proyecto», ha destacado el presidente provincial.
Las obras de acondicionamiento del edificio antiguo del Ayuntamiento de Ribadelago Nuevo para su conversión en Museo de la Memoria están ya finalizadas y solamente queda concretar el proyecto de musealización para dotarlo de contenido.
«La Diputación cumple el compromiso adquirido con los familiares de las víctimas y con el Ayuntamiento de Galende al poner a su disposición un centro expositivo y didáctico de casi 500 metros cuadrados, distribuidos en dos plantas», han destacado desde la institución, tras subrayar el papel del anterior diputado de Cultura, Jesús María Prada, como impulsor de un espacio de la memoria que se había prometido más de diez años antes sin que previamente se hubiesen dado los pasos precisos para darle forma a la iniciativa.