La canalización de todas las tuberías y suministros que discurrían bajo el Puente de Piedra está ya perfilada y las obras, tanto las públicas como las privadas, encaminadas. El alcalde de Zamora, Francisco Guarido, aseguró ayer que las obras de remodelación del viaducto románico transcurren «dentro de los plazos previstos» salvado ya el impedimento que supuso el hallazgo de varias canalizaciones bajo el pavimento.
Solo el cambio del abastecimiento de agua para la margen derecha del río, que discurría en parte por el Puente de Piedra, ha supuesto para el Ayuntamiento de Zamora un desembolso de cerca de medio millón de euros. La canalización va ahora en dos direcciones: una aguas arriba hasta encontrarse con otra tubería a la altura de Puerta Nueva y otra aguas abajo, hasta que se encuentra con la canalización a la altura de la entrada del puente de Los Poetas.
Por lo demás, el alcalde ha confirmado que se ha avisado a las compañías suministradoras que tienen servicios que dependen en parte de la infraestructura que discurría bajo el piso del Puente de Piedra. No se obligará a ninguna empresa a realizar una nueva instalación, pero sí se ha avisado de que el Puente de Piedra no podrá volver a levantarse en caso de que aparezca algún problema en el futuro. «Somos conscientes de que un cambio en el suministro puede suponer inversiones elevadas», pero en este caso lo que impera es la protección del patrimonio. Iberdrola, asegura el alcalde, ya tiene listo un proyecto para inutilizar los cables que pasaban por el viaducto en obras y dar suministro con otra alternativa. «Son obras costosas», reconoce Francisco Guarido.
«No sé a quién se le ocurrió esto»
El hallazgo de las canalizaciones bajo el puente fue una de las primeras «sorpresas» que se llevaron los técnicos, al poco de comenzar las obras. «No sé a quién se le ocurrió meter las tuberías por ahí», apostilla el alcalde. Principalmente la del agua, porque no es raro que estas canalizaciones tengan filtraciones que pueden afectar, y lo habrán hecho a buen seguro, a la propia estructura del puente.
Las obras que se están llevando a cabo en el Puente de Piedra consisten en el desmontaje de la barandilla metálica, muy deteriorada y cuya retirada supuso el derrumbe de parte del pretil (ya respuesta); la reposición del pavimento, en mal estado después de años soportando el tráfico rodado; y en la dotación de una nueva iluminación para el puente.
La de ahora es una intervención que pretende “recuperar” el pasado esplendor del Puente de Piedra, afectado por repetidas intervenciones a lo largo de los últimos siglos. Actuaciones, como indica el propio proyecto de la obra que ahora se está llevando a cabo, “desafortunadas” que “hacen que las características del puente disten mucho del original”. Un original al que se pretende regresar, al menos en parte.