Entre los caminos de Tierra de Campos, cerca de Cañizo, a la derecha de la carretera si se va en dirección a Villalpando, aparece lo que parece ser una torre de una antigua iglesia. Se conserva solo una parte de la fachada, rematada con los arcos que harían las veces de ventanas y, a sus pies, restos de lo que parece ser una construcción, posiblemente uno de los palomares que son tan habituales en la comarca. Es lo que queda de Toldanos, los restos del que es uno de los primeros pueblos abandonados de Zamora.
Pascual Riesco Chueca, en el anuario del año 2000 del Instituto de Estudios Zamoranos Florián de Ocampo, ofrece una de las pocas referencias bibliográficas que se tienen de la localidad. «Toldanos, despoblado en el término de Cañizo, pertenece al mismo tipo toponímico, del que Menéndez Pidal, Marsá, Cunha Serra y Carrera de la Red muestran la distribución geográfica, con cinco localidades llamadas Toldaos en Galicia y otra To/danos en León. El To/danos de Zamora corresponde, según Marsá, a una zona repoblada en la segunda mitad del s. IX, pues la densa colonia mozárabe de Toledo experimentó reiteradas emigraciones hacia el Norte mucho antes de su reconquista por Alfonso VI en 1085″. De «toledanos» deriva Toldanos.
La localidad es una pequeña parte de la historia de Zamora que resiste al paso del tiempo en el centro de una parcela de labor. Sin grado de protección específico y perteneciendo más que seguramente a un particular, la fachada de la primitiva iglesia corre el riesgo de desplomarse. La edición aledaña se encuentra también en malísimas condiciones y no hay en la zona, al menos a simple vista, más restos que atestigüen que la zona estuvo habitada.
Se desconoce la fecha exacta en que Toldanos se despobló, pero debió de ser hace algunos siglos. Aunque algunas crónicas mencionan a los vecinos de la localidad como participantes en el voto inmaculista de Villalpando en 1466, otras hablan simplemente de Cañizo entre los vecinos que acudieron a Villalpando. A partir del siglo XIX desaparecen las referencias a la localidad como lugar habitado.
Es de suponer que Cañizo vino a acoger a los residentes en Toldanos que abandonaron el asentamiento cuando se despobló. El pueblo comparte origen con el asentamiento toledano, según explica la asociación ADRI Palomares. «Este pueblo», Cañizo, «se remonta al siglo IX, posiblemente repoblado con mozárabes, alza su caserío a las orillas del río Valderaduey. Su nombre hace referencia a las cañas, abundantes en las márgenes de los cauces fluviales con las que, tal vez, se levantaron las cubiertas de sus primitivas viviendas. Se conserva el fuero dado a Cañizo por el Monasterio de Carracedo (1234). Tuvo suerte y sobrevivió, aunque otros no tuvieron tanta suerte».
En 1466, insisten las mismas fuentes, Cañizo fue uno de los trece pueblos pertenecientes al señorío de los Condestables de Castilla que hicieron Voto en Villalpando, defendiendo la Inmaculada Concepción de la Virgen.