Más de 500 personas de la provincia – 700 según algunas fuentes – se han sumado ya a la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Zamora, un colectivo fundado ya hace algunos años, pero que se ha reactivado ahora con el objetivo de encauzar las movilizaciones que se están llevando a cabo en las últimas semanas y que tuvieron uno de sus momentos más tensos el pasado lunes, con el enfrentamiento nocturno entre los manifestantes y la Guardia Civil por un corte realizado en la A-6, a la altura de Paradores de Castrogonzalo.
Según J. S., uno de las personas que está participando en la puesta en marcha de la nueva etapa de la asociación y que prefiere proteger su identidad, el grupo está pendiente de nombrar una nueva junta directiva para «aprovechar la estructura» de la asociación ya creada y quitarse de encima trámites burocráticos previos. La urgencia de las movilizaciones exige que el colectivo empiece a andar de inmediato.
Cabe destacar que, al contrario de lo que sucede con otros grupos creados en provincias como Valladolid, este colectivo no tendrá estatus de OPA, sino que se mantendrá como asociación. Los miembros pagarán, en principio, una cuota de 50 euros, aunque existe la posibilidad de adaptar esa cifra; también se admiten aportaciones externas.
Entre otras cosas, el dinero servirá para financiar un servicio de asesoría legal y para apoyar a los miembros del colectivo que se vean en problemas por culpa de lo sucedido en algunas movilizaciones. En el citado caso de la A-6, hubo dos detenidos y hay varias personas investigadas, sin ir más lejos.
J. S., uno de los miembros de la zona norte de la provincia de Zamora, aclara que sobre todo se trata de tener «apoyo legal y un soporte a la hora de gestionar ciertos asuntos». El profesional recuerda los objetivos de la lucha, habla de la necesidad de producir en las mismas condiciones que tienen las personas que trabajan desde fuera y reclama que cesen «los engaños». «Está siendo todo una vergüenza», subraya.
En su caso personal, este zamorano está satisfecho con el trabajo de las organizaciones agrarias en lo que se refiere a la gestión burocrática, con temas como la PAC, la declaración de la renta y otros asuntos de esta índole: «Pero se han dormido en la labor reivindicativa», lamenta J. S., que afirma que los agricultores no se movilizan para hacer daño a nadie. «Queremos que se escuche y que se negocie».
La desobediencia
Lo que deja claro este profesional del sector es que, si el grupo informa de ciertas acciones, no va a recibir el permiso para movilizarse: «Nos vemos obligados a desobedecer de alguna manera», explica el zamorano, que también apostilla que, en el seno del grupo, se ha hablado de «no ir a lo loco». «Pretendemos solucionar las cosas, no ir a pegarnos o a liarla».
Por lo pronto, según las fuentes consultadas, las incorporaciones a la asociación están siendo constantes en los últimos días, con gente procedente también de distintas zonas de León. La noche «caliente» de Paradores ha concienciado a algunos profesionales de la pertinencia de reforzar la unidad para mantener abierto el camino de las reivindicaciones.