Alrededor de cuatro mil vecinos de 146 pueblos de la provincia de Zamora perderán (o han perdido, como ha pasado ya en algunos casos) sus líneas de teléfono fijo por el «apagón del cobre». Es el dato que pone sobre la mesa la operadora de telefonía Adamo, conocida en Zamora por ser la encargada del despliegue de la fibra óptica que en Navidad dejó sin teléfono a Bermillo de Alba y San Vicente de la Cabeza al haber cortado Telefónica la línea antes de que la fibra estuviera operativa. La compañía eleva a quinientos los pueblos de Castilla y León que estarán en esta situación. La cifra de familias, a nivel regional, roza las 20.000.
Los números los ha difundido Adamo después de estudiar los datos de la Comisión Nacional del Mercado de las Telecomunicaciones y los del Instituto Nacional de Estadística. La pérdida del teléfono se debe al apagón de la red de cobre del que se viene informando desde hace varios meses. Como consecuencia, «los que no migren perderán la conexión», apunta Adamo.
Aunque la operadora asegura que «permite conservar el número de teléfono» y que «ofrece opciones para distintos perfiles», la realidad en Zamora es que muchas de las viviendas que se vieron afectadas hace dos meses por el corte de la conexión telefónica han tenido que cambiar de número de teléfono fijo, al no haberse permitido la migración de la línea y haber tenido que contratar una nueva. Esto ha pasado en casos particulares y en algunos organismos públicos. El Ayuntamiento de San Vicente de la Cabeza, por ejemplo, tuvo que cambiar de número.
Cabe recordar los problemas surgidos por el despliegue de la fibra. Bermillo de Alba estuvo casi un mes sin teléfono fijo hasta que se resolvió la situación y el alcalde de San Vicente de la Cabeza incluso llegó a cerrar el Ayuntamiento durante varios días ante la imposibilidad de realizar gestión alguna.