El último informe de la Sección de Convivencia Escolar del Observatorio de Castilla y León, presentado esta misma mañana, detecta solo dos casos de acoso escolar confirmado en la provincia de Zamora durante todo el curso pasado, una cifra que es la más baja de la provincia a excepción de León, donde no se ha constatado ningún caso. Hay, además, demostrado un caso de ciberacoso a un alumno zamorano. En total, tres casos en toda la provincia en todo un curso, aunque el mismo informe indica que han existido sospechas acerca de 36 sucesos acaecidos en los colegios zamoranos.
En Castilla y León las cifras son también bajas. Concretamente, se han detectado 54 casos de acoso y 35 de ciberacoso, por debajo de los 64 y 75 que se registraron el curso anterior, respectivamente. No hay datos provinciales en este sentido, pero los regionales muestran que las últimas etapas de Primaria y las primeras de Secundaria son las más conflictivas. De hecho, 41 de los 54 casos de acoso registrados en la comunidad se producen en estas etapas educativas.
La Junta celebra unos datos que, a su juicio, confirman que “las actuaciones en ciberconvivencia llevadas a cabo por los centros escolares han tenido un impacto positivo”. En este sentido, la Junta destaca la labor del profesorado, “en especial en la aplicación del programa P.A.R. (Parar el acoso, Apoyar a la víctima y Reeducar al agresor) donde el alumnado adquiere un mayor protagonismo en su cambio comportamental y relacional”.
Test de detección de dificultades
El pasado curso se introdujo como novedad el Test de detección de dificultades emocionales. Una iniciativa que permite detectar 16 factores de riesgo referidos a problemas sobre internalización (desesperanza, ansiedad, depresión, autoestima…), externalización (impulsividad, conducta disocial, actitud desafiante), dificultades asociadas a la conducta alimentaria y uso problemático de nuevas tecnologías. Se trata de una prueba anónima que fue muy bien acogida por centros y comisiones provinciales de convivencia.
«Prácticas restaurativas»
En cuanto a las incidencias registradas (actuaciones que nada tienen que ver con acoso, sino con comportamientos inapropiados por parte del alumnado), la Consejería de Educación busca emplear en mayor medida el procedimiento de acuerdo abreviado en vez de incoar un expediente disciplinario. De esta forma, los estudiantes y familias reconocen la falta cometida y aceptan la sanción, que en la mayoría de los casos pasa por las prácticas restaurativas.