Alcañices acogerá el sábado 9 de marzo la primera jornada de intercambio de semillas, una iniciativa que cuenta con el respaldo de la Diputación Provincial de Zamora y que organiza la asociación Zamora en Transición. Una jornada en la que se dará a conocer el «Banco ético de semillas», un proyecto dedicado a la conservación, almacenamiento y distribución de variedades de semillas con un enfoque particular en la diversidad genética, la sostenibilidad agrícola y la preservación de cultivos tradicionales.
El banco de semillas tiene entre sus funciones la conservación de la diversidad genética, al almacenamiento seguro para conservar las semillas o la distribución sostenible, promoviendo la agricultura sostenible, la seguridad alimentaria y la supervivencia de los sistemas agrícolas locales tradicionales.
José Luis Huerga, de Zamora en Transición, ha defendido el valor natural de las semillas. «Damos valor a nuestra provincia a través de parques y demás espacios naturales pero nos olvidamos de que las semillas tienen un valor etnográfico alto. Son parte de lo que hemos sido y seremos».
Así las cosas, el banco de semillas aboga por prestar las semillas a los zamoranos para su supervivencia con «la única condición» de que sean devueltas un año después, siempre que sea posible. Hay una especial sensibilización con las llamadas «semillas ancestrales, las que llevan siglos entre nosotros y tienen una historia detrás», aquellas «que han sido guardadas y han pasado de abuelos a padres y luego a los hijos». Entre los objetivos de futuro del banco está el análisis genético de las semillas con las que cuenta, un proceso posterior una vez su actividad esté asentada.
Los beneficios del banco de semillas para Zamora
El éxito del banco ético de semillas proporcionaría a Zamora una serie de «importantes beneficios», apuntan los organizadores de la actividad que se desarrollará en Alcañices. Por ejemplo, la preservación de las variedades locales de semillas, adaptadas a las condiciones específicas de la provincia, y el fomento de la agricultura sostenible a través del acceso a semillas de cultivos tradicionales y resistentes.
«Podría contribuir significativamente al bienestar de la comunidad agrícola local, la preservación del patrimonio agrícola y la promoción de sistemas agrícolas más sostenibles y resilientes». Lo que se necesita, así las cosas, son semillistas, personas «comprometidas con la preservación y promoción de la diversidad genética en la agricultura» y que «faciliten la conexión entre agricultores, comunidades y conservadores de semillas para asegurar un futuro diverso en la agricultura».