Borrar los grafitis que los vándalos realizan en los trenes de Renfe en Castilla y León costó a la operadora ferroviaria 1,4 millones de euros solo en el año 2023. En 2023 se denunciaron en Castilla y León un total de 260 actos de vandalismo grafitero. Los vándalos pintaron más de 4.500 metros cuadrados de superficie en trenes y fueron necesarias más de 880 horas para su limpieza.
Durante el año pasado, el vandalismo grafitero sobre los trenes de Renfe a nivel nacional generó un coste de 25 millones de euros. En esta cifra se incluyen además de la propia limpieza, “los gastos indirectos que se derivan de esta lacra”, como la inversión en seguridad, tanto de personal como otros sistemas tecnológicos.
Las personas usuarias, dice la operadora, sufren directamente las consecuencias de los trenes vandalizados con pintadas. “Retrasos y trenes suprimidos por carencia de visibilidad o grafitis en los elementos de seguridad que impiden la circulación, frenazos de emergencia para pintar en medio de un trayecto o el olor de este producto químico que resulta muy molesto a los viajeros, entre otros”, indica Renfe.
Los datos son esclarecedores. En 2023, en Castilla y León la limpieza de pintadas supone un gasto de 3.835 euros diarios, una cifra que se eleva a los 70.000 en el conjunto de España. En todo el país se han denunciado 3.977 intrusiones durante el año pasado. Los grafitis supusieron 15.000 horas de trabajo en limpieza. El año pasado se consiguió poner a disposición de la autoridad a un total de 124 personas por estas pintadas.