El «senabrés» resiste en algunos hogares de los mayores, vive en cientos de expresiones, salpica miles de palabras y aparece en contadas publicaciones escritas, pero hace tiempo que dejó de ser de uso común en la comarca. «Hablarlo de continuo es muy complicado, porque todo está en castellano», admite Daniel Boyano, el responsable de la asociación Criosanabria, un colectivo empeñado en rescatar este habla de toda la vida, dialecto del asturleonés, que según sus cálculos ya solo domina con fluidez «un 15 o un 20% de la población» del entorno.
En aras de colaborar con la recuperación de este habla, Criosanabria ha organizado un acto que se celebrará el próximo 21 de febrero en las antiguas escuelas de Triufé y que servirá como reivindicación en el Día Internacional de la Lengua Materna. Además, de entregar los premios de los ramos tradicionales de este año, los miembros del colectivo leerán textos en sanabrés y llevarán camisetas con frases propias del dialecto para tratar de incidir en ese contacto sentimental de las gentes con el legado cultural de sus mayores.
Boyano explica que, en estos momentos, hablar sanabrés de continuo «es muy complicado, porque todo está en castellano». La cartelería, la prensa, las radios, la televisión o cualquier tipo de comunicación que puedan recibir los vecinos de la comarca utiliza el idioma oficial del Estado y deja al margen el dialecto del asturleonés que se había utilizado toda la vida en la comarca.
La excepción del colegio de El Puente
En los centros educativos, Boyano tampoco percibe una voluntad por estimular el aprendizaje, salvo contadas excepciones. «En la escuela de El Puente hacen la ruleta de la palabra sanabresa o la palabra del día sanabresa, pero hablamos de un caso aislado», asegura el responsable de Criosanabria, que estima que «la educación multilingüe no solo promueve sociedades inclusivas, sino que también ayuda a preservar las lenguas no dominantes, minoritarias e indígenas».
Según datos de Naciones Unidas en la actualidad, el 40% de la población mundial carece de acceso a la educación en su lengua materna, «cifra que supera el 90% en determinadas regiones como es el caso de Sanabria y otras comarcas zamoranas». «Y no decimos el 100% por el caso que comentaba de El Puente», matiza Boyano.
Aun así, el colectivo al que representa este activista de la comarca sanabresa ha ido recopilando en su blog ciertos materiales para hacer un curso online de asturleonés, en colaboración con la asociación Faceira, y Boyano añade que existe un libro publicado por Furmientu sobre gramática sanabresa. También hay diccionarios con localismos de la zona y se puede encontrar un poco de bibliografía en el dialecto, con María José Zurrón como una de las autoras abanderadas.
«Hay que intentar que la gente sienta esto como algo suyo», sostiene Boyano, que lamenta que la Junta invierta «cero euros» en estas cuestiones, a pesar de que, en principio, el fomento de las lenguas minoritarias se encuentra «entre sus prioridades».