El 9 de febrero del año 2023, la canción Thunderstruck retumbó en el auditorio Fundos de la Marina. Así, al ritmo de la música de AC/DC, Francisco José Requejo salió al escenario para anunciar lo que para entonces se había convertido en un secreto a voces: «Queremos impulsar un proyecto abierto, ilusionante, transversal, donde todo el mundo será bienvenido sin mirar ideologías», aseguró el entonces presidente de la Diputación. Para él y para todo su círculo de confianza, esas palabras enterraban la etapa de Ciudadanos y abrían una nueva, la de Zamora Sí.
Ha pasado un año de aquel acto, doce meses con varias etapas para un partido que surgió al abrigo del empuje político de Requejo y que, ahora, sin él en la primera línea, tratará de aprovechar los tres años y medio de mandato municipal que tiene por delante para consolidar su estructura. En el caso de Zamora Sí, los resultados llegaron antes de que sus militantes acabaran de poner los cimientos, y eso refuerza las convicciones, pero exige un esfuerzo posterior.
Conviene no olvidar que, en la noche del 28 de mayo, cuando habían pasado solamente 109 días del acto de Fundos, el partido celebró la obtención de 100 concejales en la provincia: tercera fuerza por detrás del Partido Popular y del PSOE. Tres semanas más tarde, en la constitución de los ayuntamientos, Zamora Sí se quedó con 11 alcaldías, entre ellas las de Fuentesaúco y Fermoselle. El arrastre de la figura de Requejo y la campaña, muchas veces criticada, desde la presidencia de la Diputación, habían servido para convencer a buenos candidatos y cosechar un botín nada desdeñable.
La aritmética desfavorable
Tampoco en la ciudad los resultados fueron malos. Lo que ocurre es que la aritmética le fue desfavorable al partido. Precisamente con Requejo como cabeza de cartel, la candidatura logró dos representantes, con prácticamente el 10% de los votos, y fue la formación que más cerca se quedó del siguiente concejal. Sin embargo, la suma de Izquierda Unida y el PSOE configuró una mayoría progresista que eliminó cualquier opción de influencia por parte del grupo.
El resultado de la capital, unido al goteo de votos cosechado en otros puntos del partido judicial de Zamora, llevó también al partido a la Diputación con un representante, el mismo botín que había obtenido Ciudadanos en 2015 y en 2019. Pero esta vez el Partido Popular no dio opciones a la negociación. La formación mayoritaria en la provincia recuperó la mayoría absoluta y mandó a Zamora Sí a una oposición de cuatro formaciones en la que cuesta sacar la cabeza y el trabajo político muchas veces se torna ingrato.
Con este panorama, Requejo asumió la responsabilidad de quedarse en la Diputación para pasar de presidente a miembro de la oposición en solitario dentro de su partido, mientras que, en el Ayuntamiento, su número dos político y responsable orgánico de Zamora Sí, Eloy Tomé, se quedaba con la portavocía.
Bajada en las Elecciones Generales
El propio Tomé fue el encargado de liderar a la marca en el proceso electoral celebrado casi sin solución de continuidad, las Elecciones Generales del 23 de julio. Aquí, Zamora Sí se vino abajo ante el lastre que suponía la sensación, propia y ajena, de que el escaño era imposible: 1.843 votos, a kilómetros del asiento en el Congreso. Por delante, y por primera vez, un recorrido largo sin urnas, con tiempo para armarse.
En el inicio de esa travesía, el partido tuvo que lidiar con las enmiendas a la gestión de sus dirigentes en la Diputación y con el cambio que implica pasar de tener el control de la presidencia provincial a verse en una posición de debilidad dentro de la oposición. Y en esas, mientras todo se iba asentando, Requejo dijo basta. El 26 de diciembre, el líder de la organización decidió dar un paso a un lado «por motivos personales» y marcharse de las instituciones.
Tomé hereda el liderazgo
Los movimientos posteriores a la salida de Requejo han evidenciado que la apuesta de Zamora Sí para el liderazgo en este nuevo ciclo es Eloy Tomé. Este político de 32 años ya era el presidente de la organización, y ahora también es el portavoz en la Diputación y en el Ayuntamiento, donde comparte el proyecto municipal con Rocío Ferrero. El dirigente tomó posesión en La Encarnación hace apenas una semana y contó con el respaldo presencial de algunos concejales y alcaldes como prueba de aceptación de esta nueva realidad.
Cumplido el año de vida del partido, el propio Tomé reflexionó este viernes a través de las redes sociales sobre la trayectoria de Zamora Sí: «Generar una alternativa a lo instalado, a lo de siempre, no es tarea fácil. Pero poco a poco estamos consiguiendo abrir la esperanza y romper con el conformismo. Somos gente valiente y con ganas de romper estereotipos para acabar con el declive perpetrado por rojos y azules», aseguró. El tiempo dirá si la gente ve lo mismo en ellos.