La estación de tren de Toro ha sido esta noche el escenario escogido por los vándalos para ensuciar el patrimonio público. Las instalaciones han amanecido literalmente llenas de grafitis en varios puntos. En la planta baja y en la primera. Fachadas, puertas, vigas… Los grafiteros han considerado «bueno» cualquier punto de las instalaciones para estampar su firma.
Los primeros en ver la situación han sido los viajeros que cada mañana cogen el tren regional con destino a Valladolid. La estación está en activo, cabe recordar, aunque no tiene un elevado tránsito de viajeros. De hecho, paran dos trenes en todo el día. A las 8.46 de la mañana pasa el Regional, que viene de Puebla de Sanabria y va con destino Valladolid. Y ese mismo coche vuelve y para en Toro a las 17.50 horas.
El Ayuntamiento de Toro constata un incremento de las pintadas en el municipio desde hace aproximadamente tres años, lo que obliga a la Policía Municipal a redoblar los esfuerzos en su labor de vigilancia y al propio Ayuntamiento a incrementar el gasto público para limpiar las fachadas. En los últimos tiempos han aparecido pintadas en fachadas de casas nuevas, en paredes de viviendas recién pintadas, en cristalerías o, como ahora, en edificios que son patrimonio público.
La ordenanza municipal prevé multas que pueden llegar hasta los 1.500 euros en el caso de que los infractores sean identificados, una labor bastante complicada.