Funcional, eficiente, ecológico y «bien organizado». Con estas premisas se ha iniciado ya oficialmente la obra del nuevo parque de bomberos de Zamora, un edificio de 2.752 metros cuadrados construidos que costará más de tres millones de euros. Se trata de un edificio planteado como «un todo», no como «construcciones independientes» y sí como edificaciones «relacionadas entre sí» y conectadas «por diversos espacios dentro de la parcela», que tiene una extensión de 7.378 metros cuadrados. De la superficie construida, 1.524 metros cuadrados serán construcción «administrativa», 785 serán para el garaje y naves y 443 para la torre.
El parque se ubicará en una parcela de entrada al polígono de La Hiniesta desde Cardenal Cisneros, una área bien comunicada tanto con la ciudad como con la red de carreteras existente, «consiguiendo», dice el proyecto, «la mejor atención a los ciudadanos en el menor tiempo posible». Hay recorrido directo y rápido hacia el centro de la ciudad a través de Cardenal Cisneros y existen «salidas rápidas hacia el río y hacia el sur, pasando por el puente de los Poetas».
La parcela, que tiene la ventaja del gran espacio disponible, se ha aprovechado cerrando con edificios el frontal que da al a red viaria, dejando libre el espacio interior para conseguir un área de trabajo amplia y «relativamente privado». Así, se construirán en la parte que da a la carretera dos grandes volúmenes, que «interrumpirán la visión directa hacia la vía pública» y que, a la vez, dejarán clara cual es la entrada al parque.
A mayores de las oficinas habrá vestuarios, almacenes, un gimnasio y salas para el uso del parque. Habrá un despacho para dos sargentos, otro para dos cabos, uno para el concejal delegado y una amplia sala de reuniones para doce personas. A mayores, se prevé la construcción de un archivo, sala de reprografía y un despacho para el jefe del parque, que estará en la unión de ambos edificios.
El sistema de semáforos
En la zona se instalarán semáforos en las vías públicas, que se regularán desde el interior del parque de bomberos y que proporcionarán una salida más segura de los coches de bomberos en caso de emergencia, evitando posibles colisiones con vehículos particulares. Los semáforos detendrán el tráfico para que los camiones pueden incorporarse rápidamente a Cardenal Cisneros, bien en el sentido del tráfico bien saltándose la mediana para ir en la otra dirección.
Así, se prevé la instalación de ocho grupos de semáforos en la zona con ocho planes de tráfico diferentes. Tendrán varias maneras de actuar (automático, o con el típico botón de paso de peatones) pero la orden que llegue desde el interior del parque de bomberos tendrá preferencia sobre cualquier otra. Cuando desde las nuevas instalaciones se active el estado de «emergencia», toda la circulación quedará supeditada a las necesidades del cuerpo de extinción de incendios.
La existencia de un paso de peatones muy próximo que atraviesa la avenida del Cardenal Cisneros, entre el parque de bomberos y la glorieta Sancho, obliga a realizar también su regulación por medio de semáforos a fin de que éstos se desplacen en condiciones de seguridad cualquiera que sea la situación, ya sea de emergencia o cualquier otra, entendiendo que es insuficiente la existencia del cebreado en casos de emergencia. «Resulta indudable que, llegada esta situación, se producirá en los peatones un cierto caos, expectación, indecisión y dudas por la propia existencia de vehículos de movimiento muy rápido, sirenas, luces… por lo que es más seguro un semáforo».
Es previsible que los semáforos se instalen en ambos sentidos de la circulación en las cuatro entradas a la rotonda que hay cerca del parque. Para garantizar la salida se instalarán, además, dos semáforos en el interior del parque, que de normal estarán en ámbar intermitente o rojo y que pasarán a verde cuando los bomberos puedan salir con seguridad, sin preocuparse ya del tráfico exterior en la zona.