La incidencia de la gripe y de los virus respiratorios acumula su segunda semana consecutiva a la baja en Castilla y León lo que, en consonancia con la orden de uso obligado de las mascarillas en los centros sanitarios, faculta a la comunidad autónoma a convertir su uso en una mera recomendación. Cabe recordar que el uso obligado de la mascarilla fue aprobado por la Junta el miércoles de la semana pasada, hace ahora menos de una semana.
En la segunda semana del año, según los datos de la Red Centinela, la incidencia de las Infecciones Respiratorias Agudas «continúa en descenso», situándose en 1.389 casos por cada cien mil habitantes por los 1.477 de la semana pasada. Las enfermedades gripales «se han estabilizado en torno al umbral de la intensidad media y el COVID sigue a la baja».
Durante la temporada de gripe la enfermedad ha afectado, concluyen los servicios sanitarios de la Junta, sobre todo a los pacientes del grupo pediátrico y a las personas de entre 25 y 64 años. Por contra, el COVID se ha hecho fuerte entre los mayores de 65 mientras que las bronquitis y bronquiolitis se han detectado entre los menores de cuatro años y los mayores de 75.
El uso de la mascarilla
Por lo que refiere al uso de la mascarilla, cabe señalar las declaraciones del consejero de Sanidad cuando se aprobó la obligatoriedad de su uso. Entonces, Vázquez se mostró muy crítico con la imposición el uso del tapabocas. El consejero aseguró, al término de la reunión del Consejo Interterritorial de Salud, que Castilla y León «acata» la orden del ministerio, «como no puede ser de otra manera», pero apostilló que la obligación de la mascarilla «debe hacerse con el debido rigor científico». Un rigor que ahora, argumenta el consejero, falta.
En caso de que se elimine la obligación de su uso, debe ser la propia Consejería la que la comunique. Comunicación que, de momento, no se ha realizado, por lo que el uso de mascarilla en centros sanitarios sigue siendo obligatorio a fecha del martes 16 de enero.