Los trabajadores de la obra del Puente de Piedra procedieron este miércoles a la reposición de los sillares que se habían desprendido durante un incidente acaecido a finales de octubre. Las piedras se habían soltado mientras los efectivos de la empresa retiraban un trozo de barandilla, según comunicó en su día el alcalde de la ciudad, Francisco Guarido.
Ahora, una vez avanzados esos trabajos, se ha procedido a la reposición de unos elementos cuya caída supuso una evidencia de «la necesidad de la obra» en el Puente de Piedra, según señaló en su momento el propio Guarido, que indicó que «las ménsulas en las que se apoya la barandilla estaban muy deterioradas y suponían un peligro manifiesto desde hace muchas décadas».
«La obra que estamos haciendo de renovación de la plataforma del puente es imprescindible, urgente y absolutamente necesaria», zanjó entonces el alcalde, cuando apenas habían pasado diez días del comienzo de los trabajos sobre el monumento.
Los detalles de la obra
Conviene recordar que las obras arrancaron con un plazo de ejecución previsto de ocho meses y con un presupuesto total de un 1,3 millones. Por tanto, en principio, la remodelación debería estar rematada de cara al inicio del verano.
Durante todo ese periodo, el Puente de Piedra permanecerá cortado al paso de peatones, ciclistas o patinadores (ya lo estaba para los coches y el resto de los vehículos a motor), y tampoco podrán atravesar el viaducto las procesiones de Semana Santa que tradicionalmente cruzan el río por esta parte.
La obra que se está ejecutando consiste básicamente en el cambio del pretil y en la sustitución del pavimento y del alumbrado.