El subdelegado del Gobierno en Zamora, Ángel Blanco, ha asegurado este martes que siguen produciéndose avances en la futura construcción de la autovía A-11 entre la ciudad y la frontera portuguesa. A pesar de las declaraciones del ministro de Transportes, que hablaba de una situación «en pañales», el representante provincial ha insistido en este compromiso: «La variante de Alcañices es muy importante para nosotros y está en supervisión», ha destacado el representante gubernamental.
Ese es precisamente uno de los puntos más críticos de la autovía, aunque apenas se trate de un puñado de kilómetros dentro de los 75 en total que tendría el trazado. El tráfico de camiones por la localidad genera peligro e incomodidad entre los vecinos, que suspiran por unas obras que, de momento, solo son «un proyecto de construcción realizado por una consultora». Los técnicos tendrán que darle el visto bueno a esa propuesta antes de la exposición pública y de la resolución de las alegaciones. Todo eso va por delante de una futura licitación.
Lo que sí está más adelantado es el tramo entre San Martín del Pedroso y la frontera, de apenas kilómetros y medio. La previsión es que el 23 de enero se produzca la apertura del sobre económico antes de que se puedan habilitar unas obras cuya ejecución podría durar doce meses, según el subdelegado, que también ha citado la importancia de la variante de Fonfría.
En todo caso, Blanco ha recalcado que «muchas veces no se controlan los plazos desde la perspectiva política, porque dependen de cuestiones de índole técnica».
Aparte de estas explicaciones, el subdelegado del Gobierno también ha sacado en su comparecencia pública un texto publicado en el BOE en octubre de 2018 que hablaba de la caducidad de la declaración de impacto ambiental de la autovía, un ejemplo a su juicio de que el Ejecutivo anterior no había actuado con diligencia a la hora de impulsar la obra.