Las carreteras de Zamora fueron el escenario de doce muertes durante el pasado año 2023. Se trata de una cifra inferior a la registrada en 2022, cuando perdieron la vida 17 personas en las vías de comunicación de la provincia, pero igualmente negativa, desde el punto de vista de que cualquier deceso de estas características representa una tragedia humana, social y familiar.
En los últimos diez años, las víctimas mortales en las carreteras de Zamora alcanzaron las 140. Es decir, una media de 14 al año. El curso más negro en ese sentido fue 2017, con 22 muertes, mientras que 2020 resultó el menos luctuoso, con seis decesos. Eso sí, la estadística de ese último ejercicio estuvo muy condicionada por las limitaciones al tráfico impuestas por las restricciones pandémicas.
Balance autonómico
En el conjunto de Castilla y León, el año 2023 se cerró con 119 muertes en carretera, 17 menos que en 2022. El descenso en los desenlaces fatales llegó a pesar de un incremento del 2% en los desplazamientos y del aumento del 1,2% en el número de vehículos matriculados.
Por tipología de vía, el 77% de los fallecidos murió en vías convencionales, con la salida de vía como causa más habitual. De hecho, las muertes por colisiones laterales y frontolaterales disminuyeron un 40% en relación al curso previo.
A la vista de estas estadísticas, la política de seguridad vial del Ministerio del Interior en este 2024 priorizará asuntos como la mortalidad de los motoristas, las salidas de la vía, las distracciones y somnolencia y la conducción bajo el efecto del alcohol y las drogas.
Medidas para los motoristas
En particular, el colectivo motorista es uno de los que más preocupa al Ministerio del Interior, que prepara varias medidas para intentar reducir la siniestralidad de este colectivo:
Entre ellas, la actualización del contenido de los cursos de recuperación de puntos para incorporar un perfil específico para los motoristas que han perdido su saldo de puntos y para los que se programarán cursos de conducción segura y eficiente.
Además, se establecerá un curso obligatorio para los conductores del permiso B con tres años de antigüedad que quieran conducir motos de hasta 125 centímetros cúbicos.