Día de Año Nuevo por la mañana y en Riofrío de Aliste se respira un ambiente diferente al de las últimas jornadas. Ni rastro de la Navidad en una localidad que se echa a la calle y que recibe a decenas de visitantes para presenciar la mascarada de Los Carochos, acto central de la vida cultural del pueblo y nexo de unión entre generaciones de vecinos.
Los Carochos comienzan su andadura al mediodía, “siempre un poco tarde”, que dicen los vecinos, y después del acto de vestición, que aquí es prácticamente abierto al público y que carece de la liturgia de otras localidades de la provincia de Zamora. Los once personajes que participan en la mascarada prácticamente llenan la parte baja de una vivienda en el centro del pueblo, donde les acompañan decenas de vecinos mientras otros tantos esperan fuera.
La mascarada de Riofrío es diferente de las demás en dos cuestiones: primero, por la cantidad de personajes que participan (once) y, segundo, porque la representación es una obra de teatro callejera, con varios actos, personajes repartidos por grupos y con participación popular por parte de los vecinos.
Los personajes aparecen diferenciados en tres grupos: los Carochos (el Diablo Grande y el Diablo Chico), los Guapos (el Galán, la Madama, el del Cerrón y el del Tamboril) y los Filandorros (el Molacillo, el Ciego, la Filandorra, el Gitano y el del Lino). Los vecinos vuelcan el carro en el que llegan los filandorros y el Ciego queda malherido, al que intentan arrastran los Carochos mientras es defendido por los suyos.
Este es el acto central de la mascarada, cuando los actuantes piden la colaboración de los asistentes y los implican para conseguir una función más amena. Así, han salido a escena varios jóvenes, unos a modo de médicos y, una vez muerto el Ciego, otros a modo a cura. Representación que pone fin cuando los Carochos vuelven a la plaza y son repelidos por los filandorros.
En ese momento comienza la cuestación popular y los personajes recorren el pueblo pidiendo el aguinaldo hasta que los Carochos llegan al río Frío, donde se produce una nueva pelea. Vuelta al pueblo, donde se produce la derrota final de los Carochos, ya antes del anochecer. Y con la derrota anual de los diablos cierra Riofrío su tradicional mascarada contando ya los días, los más apasionados, para el próximo 1 de enero.