Los datos del padrón continuo, publicados este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), confirmaron en líneas generales la tendencia observada en el censo que había salido a la luz días atrás. Es decir, la provincia sigue perdiendo vecinos, pero a un ritmo menor y con muchos municipios en números positivos. En total, Zamora vio mermar su población en 849 habitantes para quedarse con una cifra oficial de 166.366. Casi ni tan mal, visto lo visto en ejercicios previos.
Uno de los puntos que confirmó el padrón, y que ya mostraba el censo, es que Bermillo de Sayago no alcanza ahora los mil habitantes como ayuntamiento. Son 998. En cambio, los primeros datos dictaban que Galende había recuperado las cuatro cifras, pero la estadística oficial deja el repunte del municipio sanabrés en 996. En conclusión, Zamora pierde otro de los consistorios del millar. Ya solo le quedan 15.
La perdida de vigor de esos ayuntamientos medianos se ha hecho muy visible en los últimos 20 años. En 2003, Zamora tenía 23 municipios por encima de mil habitantes, contando la capital, Benavente y Toro; ahora son los citados 15, después de un arranque de siglo XXI que solo ha sido favorable demográficamente para algunos lugares del alfoz. El resto ha ido cayendo o aguantando a duras penas.
Los nueve que se caen de la lista y el que se incorpora
En comparación con el año 2003, hay nueve municipios que tenían mil vecinos y ya no alcanzan esa cifra, mientras que uno se ha incorporado al club del millar. Porcentualmente, el mayor desplome se ha producido en Riofrío de Aliste, que tenía 1.034 habitantes y ahora solo cuenta con 618 (-40,3%). También con una caída superior al 30% aparecen Santibáñez de Vidriales, de 1.334 a 853 (-36%) y Fonfría, de 1.124 a 783 (-30,3%).
A partir de ahí, se encuentran Galende, de 1.402 a 996 (-29%); Camarzana de Tera, de 1.023 a 736 (-28%); Villanueva del Campo, de 1.054 a 778 (-26,2%); Bermillo de Sayago, de 1.348 a 998 (-26%); Corrales del Vino, de 1.086 a 928 (-14,5%); y Morales de Toro, de 1.049 a 917 (-12,6%).
En el lado contrario solo se encuentra Roales, que prácticamente ha duplicado su población en estos veinte años, de 506 a 1.010 vecinos. Su caso se enmarca en la realidad paralela en la que viven los municipios del alfoz. También han crecido desde 2003 Morales del Vino, de 1.888 a 3.079 (+63%); Moraleja del Vino, de 1.301 a 1.775 (+36%); y Villaralbo, de 1.666 a 1.798 (+8%).
Los tres grandes municipios
En cuanto a los grandes, la tendencia es evidente. Zamora capital ha bajado en este periodo desde los 65.639 a los 59.259 vecinos; Benavente, de 17.483 a 17.261; y Toro, de 9.166 a 8.349. Los demás ayuntamientos no citados que se sostienen por encima del millar también cuentan con menos gente, a la espera de invertir la tendencia para ejercer como dique de contención contra el abandono de sus propias comarcas.