Es un hecho que las viviendas de uso turístico se expanden por la provincia de Zamora. Son ya muchos los propietarios que prefieren destinar sus inmuebles a este uso antes que al alquiler residencial, un fenómeno que se ha venido extendiendo en los últimos años. Los datos del INE dejan constancia de ello y aseguran que Zamora cuenta ya con más de 2.600 plazas en Viviendas de Uso Turístico (VUT). Son cifras que se encuentran ya cerca del total de plazas hoteleras, estimado en 3.200 según la misma fuente.
Sin embargo, al contrario de lo que pasa con los hoteles, todas las plazas de VUT no están dadas de alta en los registros oficiales de la Junta. De hecho, la Dirección General de Turismo «solo» tiene dadas de alta 563 plazas. El resto, más de 2.000 hasta llegar a las cantidades que estima Estadística, no están reflejadas en estos registros.
Zamora, líder
En el caso de las plazas registradas, Zamora es el municipio con más oferta, según las bases de datos de la Junta. En la ciudad hay establecimientos que ofrecen, en conjunto, más de 226 plazas para hospedarse sin necesidad de acudir a un hotel.
Los datos oficiales de la Dirección General de Turismo distan mucho, en varios municipios, de los que ofrece el INE. Así, si estadística asegura que en Trefacio pueden alojarse 133 personas de manera simultánea, la Junta tiene en su base de datos solamente dos establecimientos con un total de 18 plazas. Toro tiene 127 plazas según el INE y solo diez según la Junta y Puebla de Sanabria, 63 según Estadística y 50 según Turismo.
Es curioso el caso de Galende, donde los registros oficiales reflejan la existencia de más camas que las estimaciones del INE. Si estadística asegura que hay 120 camas en la localidad, Turismo refleja en su base de datos que tiene constancia de un total de 154 plazas de alojamiento en el municipio sanabrés.
Garantía de unos requisitos mínimos
Más allá de su obligatoriedad, el registro en las listas oficiales de la Junta otorga constancia de que el establecimiento cumple con los requisitos mínimos que exige la legislación autonómica, que son más severos que los de algunas plataformas de alquiler de viviendas. Así, por ejemplo, la Junta obliga a que las habitaciones tengan cama con unas medidas mínimas, estancias con una extensión determinada o sillas y cubiertos para, al menos, los huéspedes que se puedan acoger en la vivienda.