Llega la Navidad y las cartas a Papá Noel y los Reyes Magos. En esta época mágica del año, los niños y niñas piden sus regalos en forma de deseos que cada vez más están regidos por un contenido digital reflejo de una sociedad consumista. Aunque estos días los canales tradicionales infantiles se llenan de potenciales regalos para los más pequeños, la publicidad online puede llegar a ser muy persuasiva con los niños y niñas durante todo el año.
En un final de 2023 marcado por la polémica y el movimiento antimóvil y digital en los menores, este artículo aboga por la educación digital y ofrece consejos prácticos para minimizar los riesgos y no caer en un excesivo consumismo estos días, fomentando un consumo crítico mediático en los niños y en los padres.
Hoy en día, los niños pasan muchas horas en línea viendo vídeos de YouTube en los que sus vloggers favoritos juegan, reseñan productos o siguen su rutina diaria. Y lo hacen solos la mayoría del tiempo. Una reciente investigación en el Reino Unido destacaba cómo los niños suelen mostrar una independencia considerable en sus elecciones de contenido de YouTube. Además, muchas familias manifestaron que los niños “siempre” (58 %) o “a veces” (35 %) encontraban contenido por sí mismos.
El amigo que recomienda un producto
Dentro de la publicidad en YouTube destaca también el fenómeno tan lucrativo de los niños influencers. A través de la cercanía, el humor o la sorpresa aparecen con diferentes marcas o juguetes que los niños –y tal vez los padres y madres– no identifican como publicidad.
Diversos estudios han señalado que la aparición de las marcas de esta manera incide en el consumo de los niños, especialmente de los menores de seis años. Se desarrollan con algunos personajes mediáticos relaciones parasociales como pasa con las series de ficción. De ahí que los influencers sean tan buenos prescriptores: saben manejar las emociones de los más pequeños.
Pero ¿están los niños preparados para ver publicidad en la red? Solos no. Es necesario que las plataformas se hagan responsables de este contenido. La educación digital por parte de padres y la escuela es fundamental.
Consejos para las familias en estas Navidades
Es importante seguir algunos consejos generales sobre educación digital y publicitaria que cobran especial interés estos días, especialmente si los niños son pequeños:
Diferenciar la publicidad de la información o el entretenimiento. Se trata de una regla básica de la comunicación, pero cada vez más complicada de detectar. Es muy importante que los niños aprendan desde pequeños a diferenciar cuándo lo que tienen delante tiene intereses comerciales detrás, sea o no digital.
Consensuar un tiempo y espacio para el consumo de pantallas, también de los entornos online, para el correcto desarrollo y vida cotidiana del niño. Más que el tiempo, es importante generar una rutina que confirme un plan de consumo familiar y que el menor y los progenitores intenten seguirlo. Es interesante como guía el plan de consumo recomendado por la Asociación Española de Pediatría o realizar uno propio con los recursos de Pantallas Amigas.
Aunque el consumo de los menores sea individual, la mayor parte del tiempo es recomendable que los padres y madres acompañen y lleven un seguimiento de los sitios que el niño visita, de los canales específicos (es recomendable que el menor los apunte o sea consciente de por qué puede ver unos y por qué otros no).
En el momento del visionado o después del mismo es recomendable hablar con los menores sobre lo que han visto, preguntarles qué les gusta de ese personaje o de su actuación y que sean capaces de verbalizar si lo que han visto es adecuado o no.
Visualizar con los menores un vídeo en el que aparezca un juego o un producto y conversar con él sobre ello. Deben ser capaces de identificar y entender el producto, incluso la marca.
Fomentar el consumo crítico, no solo el de los medios, sino también el de los productos. Ante la frase “yo quiero eso”, hacerles cuestionarse por qué lo quieren, qué utilidad le van a dar, si ya tienen algo parecido… Todo eso va más allá del momento aspiracional durante el visionado publicitario, que es muy emocional y tiende a desaparecer después.
La Navidad, con su publicidad, puede ser un buen escenario de entrenamiento en educación digital para los niños, una oportunidad de aprendizaje vital para su futuro digital. No en vano, aprender a entender los medios a través de la publicidad es una un buena herramienta para defenderse de otros mensajes persuasivos más peligrosos como son la desinformación o el discurso del odio en la adolescencia y edad adulta.
María del Mar Grandío Pérez, Profesora Titular de Universidad, Universidad de Murcia
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.