De Barcelona a Villabuena del Puente. Previo paso por Navarra, Salamanca y Alemania. Es el camino que ha hecho Nekane Jiménez, una de las últimas incorporaciones al censo de la pequeña localidad zamorana. Una incorporación que ha supuesto un soplo de aire fresco para el pueblo con la instalación de su taller artístico en el mismo centro de la localidad. Desde ahí, desde la casa de la familia de su pareja, Efrén, trabaja Nekane en su proyecto artístico, un proyecto en el que el papel tiene un protagonismo decisivo.
«Neka» estudió Bellas Artes en Salamanca, pero no tardó en cambiar el pincel por el bisturí y el cúter. La artista navarra trabaja con dos novedosas técnicas que han despertado ya el interés de toda la localidad y de buena parte de la comarca. Su proyecto original es el «Paper Cut«, una técnica importada de los países del Este en la que se realizan diseños a partir de una única hoja de papel, a la que se le recortan diferentes trozos hasta conseguir la forma deseada. Un reto que exige una gran capacidad de concentración y que, a través del una línea continua, deja piezas únicas.
Nekane utiliza la parte sobrante, «que antes tiraba», en su nuevo proyecto, Marcela Luna. «Fue mi padre el que me dijo que debería hacer algo con ese papel», asegura la artista navarra. Así surgió un nuevo proyecto en el que se elabora artesanía única y exclusivamente a través de papel reciclado. Un proyecto que esta semana ha llevado a Nekane Jiménez a Barcelona, donde ha expuesto sus trabajos en una feria con buena acogida.
Para la venta, Nekane se sirve principalmente de las redes sociales, donde acumula miles de seguidores, y de las relaciones con otros distribuidores. Internet es, evidentemente, fundamental cuando se quiere vivir de un proyecto artístico en un pueblo de Zamora. «Yo no vivo en Madrid, donde pasan miles de personas por delante de mi ventana cada día. Aquí, mi ventana tiene que ser Internet», asegura Jiménez.
La adaptación al pueblo
En octubre de este año se cumplieron cuatro años desde que Nekane y su pareja se establecieron en Villabuena del Puente. «Vivíamos en Barcelona y Efrén me dijo que quería regresar al pueblo y trabajar en las tierras de su familia. Me vine con él». La instalación fue compleja, adecentando una antigua casa de la familia y destinando la parte de abajo al taller. «Todo el mundo se paraba en la ventana a ver qué estaba haciendo. Yo notaba que la gente se preguntaba que quién era yo cuando me veían, así que un día hice una jornada de puertas abiertas para que la gente viera lo que hago y me conociera».
La adaptación, reconoce Nekane, «no fue fácil» aunque ahora la vida en el pueblo «lo compensa. Trato de hacer la vida social que me es posible para integrarme en el pueblo. La gente me ha acogido muy bien», asegura.
«Artista y ayudante agrícola»
Nekane se define como «artista y ayudante agrícola» porque, reconoce, «toca echar una mano en el campo» habitualmente. Viñas, pistachos, garbanzos, patatas… La producción de la familia de su pareja es amplia, así que amplia es la jera. «Lo que se me da bien de verdad es injertar. A ver si me sale trabajo de eso», asegura, sonriente.