La Guardia Civil identificó el pasado 15 de diciembre a un conductor que viajaba a una velocidad de 160 kilómetros por hora en la N-631, dentro de un tramo con un límite fijado de 70. Los hechos ocurrieron concretamente en el punto kilométrico 34,200, a la altura del término de Ferreras de Arriba, según ha informado la Benemérita.
Según esta información, el ahora investigado como presunto autor de un supuesto delito contra la Seguridad Vial fue detectado en un Citroen C3 con el que circulaba a una velocidad muy por encima de la permitida para estas vías.
El conductor, así como las diligencias instruidas, fueron puestos a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Benavente.
La Guardia Civil ha querido recordar que «este tipo de acciones al volante no solo ponen en peligro la propia integridad física del conductor, sino la de sus acompañantes, en el supuesto de transportar pasajeros, y la del resto de usuarios de la vía».
Consejos de la Guardia Civil
Además, «de las más que posibles fatales consecuencias en el supuesto de una colisión o una salida de vía a esas velocidades, en caso de una reducción drástica de velocidad o una súbita maniobra evasiva se alargan las distancias de parada y aumentan las posibilidades de perder el control del vehículo».
La Benemérita ha recordado que las penas por estos supuestos delitos podrían acarrear penas de prisión de tres a seis meses, multas de seis a doce meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días y, en cualquier caso, la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotor entre uno y cuatro años.